sábado, 17 de diciembre de 2022

Asalto al Poder

 La que se nos avecina:

No estamos ante una elecciones normales, sino "de facto" ante un "cambio de Régimen".

No quiero estar dentro de un sistema cuya alternancia en el poder siempre está en entredicho (Chávez, Maduro, etcétera). La separación de poderes "efectiva" es fundamental en una democracia... sin ella la democracia es un espejismo.



Hay verdaderos maestros del arte del "asalto al Poder"... y, para todos ellos, es común el totalitarismo, los fraudes de ley que verdaderamente la tergiversan al imponer leyes de rango inferior a leyes orgánicas que son la verdadera esencia del comportamiento democrático y la Constitución... ¿No se les ocurre pensar a los aspirantes a dictadores que las cosas podrían volvérseles en contra, si por casualidad la oposición alcanzase el poder?

Lo que es cierto es que en estos tipos de regímenes el desalojar del poder a un autócrata es dificilísimo... solo hay que observar el presente del caso peruano, que aproxima los cambios de poder a verdaderas guerras civiles, o altercados graves en el mismo orden del país.

La mayoría (menos la simple) no puede estar por encima de la propia Constitución, cuando altera los derechos más básicos de las personas... ¡No puede estar todo permitido, menos los desmanes de la tribu, del mal llamado "pueblo"!... "El fin justifica los medios", lema podemita a ultranza, y aquello de que "hay que cabalgar sobre las contradicciones" con el fin de asaltar los cielos, el Poder.

Españolitos de a pie: ¡la que se nos avecina!

viernes, 9 de diciembre de 2022

Filosofía de límite abierto

 ¿Qué es esto?

Me lo estoy inventado, pero después de analizar la filosofía que subyace en mis escritos, francamente no veo un término mejor que defina más o menos lo que ha sido mi pensamiento a lo largo de tantos años. Perdónenme la inmodestia; no es mi intención aplicarme laureles que en nada merezco. Querría describirme a mí mismo, solo eso.

Y es que creo que todo sistema filosófico, toda teoría, toda hipótesis deben estar limitados de alguna forma: ¡no hay nada eterno ni infinito! Pero eso no es óbice para que el pensamiento no evolucione, si es necesario, hacia una nueva hipótesis más perfeccionada, de ahí lo de "límite (sí) pero abierto". Y así ha sido mi evolución desde un pensamiento netamente católico, en mis primeros años de efervescencia filosófica y religiosa, a los actuales, más científicos y, quizás más atrevidos.



Nunca tuve intención de aferrarme a ningún pensamiento que cercenase mis ansias de trascendencia y de búsqueda de la verdad: aunque todo sistema filosófico elaborado debe, por principio, estar limitado a sus propias coordenadas y circunstancias, tales límites, ciertamente barreras, deben ser superadas si se precisa, sin ninguna tendencia a "sostenerla y no enmendarla". Sería una soberbia que ninguna mentalidad científica, cuya orientación debe ser la verdad, por encima de todo, podría permitírselo.

Así que vuelvo a decir, exista o no exista, me apunto a la tesis de la "Filosofía de límite abierto": significa que, en mi opinión, lo último es lo que mejor reflejaría mi pensamiento; pero toda la evolución anterior es muy importante puesto que refleja la clave de la posición actual, explicando por sí misma su desarrollo.

Si nos fijamos esto mismo ocurre con otros pensadores, y con la misma evolución científica y tecnológica, pero sí quiero subrayar explícitamente este tipo de filosofía evolutiva: cualquier desarrollo científico guarda en su interior este tipo de evolución; no es algo nuevo, ni significa que lo anterior fuese erróneo, todo lo contrario: era la verdad de su época, reflejando los conocimientos del momento.

Lo dicho, mi sistema: ¡la filosofía del límite abierto!

martes, 29 de noviembre de 2022

Sintiencia

 Hay multitud de teorías acerca de la sintiencia (capacidad de sentir de los seres vivos).

En realidad la sintiencia se refiere además de sentir emociones, dolor, bienestar, etcétera, a la consiguiente percepción subjetiva del entorno y las experiencias vitales. Se entiende, pues, que sea un concepto fundamental para la filosofía de los derechos de los animales, por ser la base de la capacidad de sufrir, y por ende de la otorgación de ciertos derechos.



Sería, entonces, una forma minimalista (qualia) de definir la conciencia, que sería distinta de otros aspectos de la mente y la conciencia, como la creatividad, la inteligencia, la intencionalidad o el auto-conocimiento.

Para Colin McGinn, la sintiencia nunca será entendida, "nuevo misterio", siendo el único aspecto de la conciencia que no se podría explicar. Otros filósofos, como Daniel Dennett, no están de acuerdo, y además piensan que los animales no humanos no son sintientes.

Para Donald Broon, de la Universidad de Cambridge, un ser sintiente, puede "evaluar las acciones de otros en relación a las suyas y las de otros, recordar sus acciones y sus consecuencias, evaluar los riesgos y beneficios, sentir sentimientos y tener un grado variable de conciencia".

La sintiencia implicaría la capacidad de experimentar placer y dolor.

El investigador Manu Herrán se pregunta si hay más sufrimiento que dolor en la naturaleza. Nos dice que Oscar Horta ("La cuestión del mal natural: bases evolutivas de la prevalencia del desvalor"), opina que "el desvalor prevalece sobre la felicidad existente en la naturaleza", debido al proceso evolutivo en un contexto en el que los recursos son escasos, así que el sufrimiento y la muerte temprana serían la norma de la naturaleza; en otras palabras, "el número de individuos que viene al mundo solo para morir de forma dolorosa al poco tiempo supera ampliamente al de aquellos que sobreviven".

Para Herrán, el uso de simulaciones informáticas de teorías sobre la sintiencia podría ayudar a entender mejor las discusiones sobre la sintiencia que se manifiestan en abundantes debates sobre el tema.

De todas formas, dicho autor, advierte de los inconvenientes que se presentan acerca de la sintiencia en relación del sufrimiento y disfrute. Se pregunta: ¿sufrimiento y disfrute son medibles y comprobables, o bien pueden considerarse como valores negativos y positivos de una misma variable, dimensión, eje o gráfica?; o ¿serían variables diferentes, como la sal y el azúcar que parecen opuestos pero no lo son, y sin duda, no se compensan?

En mi opinión, esta forma de afrontar la sintiencia, en cuanto a sufrimiento y disfrute de forma global de las criaturas vivientes de la naturaleza, tiene un defecto básico en orden ontológico, que tiene mucho que ver con el mundo de las cualidades (qualia). Por no extenderme mucho, decir que la evolución como criba de la vida, al escoger las criaturas más adaptadas, supone admitir el espejismo del sacrificio (sufrimiento) de muchos en beneficio de los que quedan (disfrute). Y eso no debe tomarse así, pues el mundo de cualidades (qalia) pertenece a un críptico entorno donde la circunstancia temporal (presente), no posee el trascendente poder de totalidad en cuanto al comportamiento y la decisión: la vida es un todo atemporal e histórico que trasciende el mismo tiempo, y su qualia representa la unicidad y el reconocimiento propio del individuo. Ontológicamente hay un abismo entre la materia inerte, y la materia viviente y sentiente: ¡el hecho de vivir, de ser tal ente, supera en mucho la capacidad de sentir sufrimiento o disfrute en cada uno de los presentes de la vida de una criatura!

Estoy con MacGinn en su idea de que la sintiencia es el único aspecto de la conciencia que no se puede explicar (científicamente). 

martes, 22 de noviembre de 2022

Todas las papeletas para la "autodestrucción"

 ¿Hecatombe nuclear? ¿Arma biológica para pandemia mundial?¿Guerra química masiva?... En siglas N.B.Q.

El temor humano a una catástrofe mundial con peligro para la misma pervivencia de la humanidad, es una realidad tristemente bien fundada... Que una potencia mundial insinúe, o amenace con desatar el "armagedón" nuclear parecía algo inconcebible hace solo pocos años. La crisis de los misiles en Cuba parecía algo del pasado que la historia había enterrado en la práctica.

Nos despertamos con la triste realidad de que el tercer milenio se despacha con una sombra tremebunda que amenaza nuestra supervivencia: ¡el peligro de "autodestrucción" se hace evidente!... ¡La paradoja de Fermi acerca de la existencia de civilizaciones extraterrestres y su aparente ausencia nos hace temer lo peor!

Del terrorismo, se daba por supuesto la posibilidad de utilización de algún armamento nuclear, biológico, etcétera, pero ¿quién podría suponer que una potencia global sería capaz de poner tan en peligro la supervivencia humana?... ¡El peligro de "autodestrucción" se ha multiplicado, en proporción, exponencialmente!

¿Han de venir especulativas potencias extraterrestres para que su amenaza "potencie", consecuentemente, la unidad del género humano ante el peligro?... Si ese peligro lo tenemos aquí mismo, en nuestras entrañas... ¡no hace falta buscarlo en el espacio exterior!

Una vez más, y no me cansaré de repetirlo, es preciso un "control mundial" ante tales amenazas: ¡el botón rojo nuclear no puede caer en manos de un autócrata, un dictador o su camarilla reducida de allegados!... ¡Hay que evitarlo, por encima de naciones, ideologías o cualquier tipo de justificación!


El descrédito de la ONU como organismo inservible para tales menesteres es manifiesto, como cualquier organización conocida hasta el momento, porque ese botón rojo nuclear, en última instancia, debe ser "controlado" por la propia humanidad... ¿El cómo?... ¡He ahí el "intríngulis" del problema, el "quid" de la cuestión...! Y lo que digo referente al armamento nuclear, lo hago extensivo a la amenaza biológica (que no es menor, visto lo visto con las últimas pandemias), y a la química de efectos masivos, resumiendo: ¡las armas de destrucción masiva!

¿Crisis climática, previsiones malthusianas sobre la escasez de recursos?... La guerra de Ucrania está provocando una indeseable y no prevista nueva carrera de armamentos, en detrimento de la aplicación de esos ingentes recursos a la solución de problemas mucho más perentorios para la humanidad.

Tantos y tantos adelantos técnicos secularmente para la guerra persiguiendo el dominio tecnológico, y tan pocos, como he ido advirtiendo en los últimos años, para la "contención" de tales armas de destrucción masiva. Es, pero que muy urgente, avanzar tecnológicamente de forma singular en la anulación y/o control del peligro que representa a nivel mundial ese armamento N.B.Q. por su enorme potencial de destrucción.

¡La humanidad nunca ha estado más cerca de su "autodestrucción!

miércoles, 9 de noviembre de 2022

¿El fin justifica los medios?

 Sus connotaciones con la izquierda de sobra son conocidas. Sí, pero es hora de aclarar algunos conceptos que parece que obvian muchos de sus componentes.

Me refiero tanto al fin como a los medios.

Los medios, y más últimamente, parecen estar contra natura: los defectos, a su parecer, parecen virtudes. Nada más absurdo. La verdad parece como si fuera solo un patrimonio de la derecha, y por contra, la mentira es vanagloriada por muchos. ¿Dónde está aquello de: "España no se merece un presidente que le mienta"?

El progresismo se refiere casi en exclusiva al mal empoderamiento de la mujer, o a temas relacionados con la sexualidad. ¿Es eso el progresismo?

Parece como si todo lo que contraviniera a la derecha es bandera del izquierdismo trasnochado. ¿Y esos son los medios a los que se refiere la referida frase del título?



Habría que hacérselo ver. Usemos más la cabeza que para algo debería servir.

Y en cuanto al fin. ¿Cuál es el fin: ganar unas elecciones? O, como parece, mantener el poder por encima de cualquier cosa, principio o ideología... ¿Y el país, y los españoles, y el bien comunitario? ¿El fin es que siga gobernando un tal señor, valiéndose de cualquier medio? Vaya tufo de autocracia, a un paso de una dictadura al estilo bolivariano.

En bien de todos, os recomiendo tener presente que: ¡El fin no justifica los medios!

sábado, 22 de octubre de 2022

Un universo de consciencias

 "La traza vital de cada criatura permea el universo"

Ya hace tiempo que me incliné por la hipótesis de que cada consciencia y todas juntas constituyen la verdadera esencia del universo. En el universo no solo se da la evolución biológica, sino una mayor que es la que supone la evolución de cada criatura en el sentido completo total, su esencia, su incremento de consciencia. Así cada ser vivo tiene una traza vital en el universo que es su vida entera, su historia, con indiferencia del conocimiento que lo demás tengan sobre ella: es un diálogo entre el ser y la realidad del mundo.


Pero además, como cada ser tiene su impronta en el universo, el conjunto de dichas consciencias sería una envolvente que representaría lo más genuino de dicho universo, del mundo; para mí lo más importante: el universo está "permeado" por todas las consciencias de los seres vivos: en verdad, por todas las pequeñas historias de cada criatura. Aquí el tiempo no significa nada, si no es la correa de transmisión de la evolución, y en esta última son los presentes quienes portan la bandera de la actividad material de tales consciencias. El resto del tiempo, pasado y futuro, son tan reales, tienen existencia dentro del universo, aún cuando carecen de la acción que si poseen los presentes.

En conjunto, pues, el universo evoluciona, sobre todo en cuanto a la consciencia como un todo que da a luz una criatura sorprendente que es la llamada Criatura Suprema, origen y final de toda la evolución: el Alfa y el Omega del filósofo Teilhard de Chardin. Se adivina una especie de evolución dentro de la Nada, desde el caos inicial del Taoísmo a la divinidad representada por ese Ser Supremo, que al final hizo capaz la Creación entera.

Claro que ante semejante panorama, yo mismo me encuentro tan desvalido como el propio San Agustín al intentar explicarse al mismo Dios: ¡Nos supera en mucho y solo podemos adivinar una minúscula parte de su inmensidad!

sábado, 15 de octubre de 2022

El universo: sustancia divina... y ¡humana!

Como expuse en mi reciente obra, "Consciencia y sensación", ambas conforman un "estado de la materia". Existirían tres estados de la misma: la inanimada (la masa de la Física); la materia-energía como fabulosa concentración de energía, de acuerdo con la famosa ecuación E=mc2; y la animada citada.

Las características de este último tipo de materia conlleva, a su vez, la aparición de la "flecha temporal": pasado-presente-futuro. Y ello porque el "presente" es el período del tiempo donde esta materia animada ejerce su acción (el presente se define como la cantidad de tiempo necesario para la realización de la acción). El "pasado" sería el período temporal anterior a este último; y el "futuro" el posterior.

También se dice que el presente es el "asiento" de la consciencia, aún cuando las últimas  teorías neurocientíficas afirmen que la consciencia es posterior a la inconsciencia, aunque se salvaguarde el "libre albedrío". ( Ver en la revista digital Levante las referencias al artículo del neurólogo Andrew Budson "Consciousness as a Memory System".)



En resumen, consciencia y sensación están "alambicadas" en la propia materia: la materia animada las "rezuma"... Y dando la vuelta al razonamiento: sin materia, su alambique, consciencia y sensación se difuminan: ¡no existen! La muerte sentenciaría tanto a la consciencia como a la sensación, que deberían ser cualidades del presente de la materia animada... Pero, ¿y si, aún cuando la acción se circunscribe al presente, consciencia y sensación como binomio sobre el que se edifica el espíritu humano, se hiciesen atemporales? (Curioso: el tiempo de la relatividad equivale casi a la inexistencia del propio tiempo -pasado, presente y futuro estarían inscritos en el mismo bloque-.)

¡El universo quedaría permeado por ese binomio de lo vívido, del espíritu vital de cada criatura!: las consciencias inundarían el universo todo, y la frase milenaria de Lao-Tse, "Vivir es llegar, morir es volver", poseería un total sentido. Entramos en el universo del tiempo y el espacio al nacer, y volvemos al universo de la Nada -el Tao de donde procedemos- al morir.

¡Habríamos hecho nuestra "aportación" voluntaria al Todo, así nuestro espíritu en el "cuenco" construido con su labor recibiría su parte del néctar de la divinidad!

lunes, 10 de octubre de 2022

Amor, desamor, odio

 Tanto y tanto se ha escrito sobre el tema, que no hay biblioteca que pudiera contener los libros, novelas, etcétera que de alguna forma se refieran a cualquiera de esos conceptos, así que lo que expongo a continuación es una visión muy parcial, muy particular pero que refiere a las circunstancias vividas por el que escribe.



En mi visión el desamor sería lo contrario al amor, lo que equivale a algo así a como la indiferencia. O sea, lo que tanto se ha descrito al odio como lo opuesto al amor, por mucho que se haya hecho popular, no sería verdad.

El odio es una verdadera fuerza de la naturaleza, tanto que ha sido y sigue utilizándose políticamente en las colectividades. Llegar al odio, implica una serie de secuencias previas referidas a la ira, la aversión, etcétera.

Claro que desde el punto de vista neurológico, los circuitos correspondientes al amor y al odio corren paralelos en gran parte, aunque no son idénticos: en el odio participa más la corteza prefrontal, el razonamiento. Debido a ello se ha producido el error anteriormente expresado de situar al odio como lo opuesto al amor.

El desamor suele tener un secuencia más lenta, partiendo de la tristeza y la frustración, la pérdida de ilusión o de expectativas.

El amor claro que es la esencia de la vida, pero permite muchas gradaciones, desde el apasionado, al romántico y un largo etcétera.

De todas formas no confrontemos amor y odio, pues en repetidas ocasiones nos encontramos con la triste realidad de que el odio es más fuerte que el amor. Lo dicho: ¡amor, desamor y odio son conceptos muy distintos!

jueves, 29 de septiembre de 2022

Alma y cuerpo: la misma esencia del universo

 Después de escribir en mis Blogs ("Foro Esencia" y "El imperio de la verdad") tres últimos artículos sobre la realidad, la mente y el "sí-mismo", junto con el antiguo titulado "El sentido del universo", creo adivinar, a grosso modo, el marco general del universo, nuestro papel dentro del mismo, y la previsible evolución futura.

Lo que más me ha llamado la atención ha sido la conclusión de tales devaneos acerca del significado de nuestra presencia en el entorno universal en el que nos movemos... Curiosamente, los conceptos medievales de "alma" y "cuerpo" vuelven a tener un significado profundo, desde el punto de vista de que el cuerpo equivaldría a los procesos biológicos que se verifican en el interior de cada criatura, mientras que el alma (la mente) es la maravilla que no solo contiene elementos físicos, sino y sobre todo, psicológicos, una novedad evolutiva que hace ser al individuo, a la criatura, al hombre lo que son, permitiendo a este último poder llegar a comprender al propio universo, la misma vida, y a sí-mismo, en resumen y finalmente  haber propiciado la aparición de la libertad, que "empodera" al ser vivo sobre la materialidad física de dicho universo.

El cuadro completo sería: leyes físico-matemáticas>mente>conciencia>creación de realidad>aparición de tiempo y espacio.

Cerrándose así el círculo que desde la Nada o el Caos inicial, prosiguiendo con la aparición de criaturas libres con consciencia, crea la propia realidad física (como observadores cuánticos).


Así que el universo real sería en sí una creación de la conciencia, que al final conducirá a la Conciencia Global creadora del Todo.

jueves, 22 de septiembre de 2022

Sobre la realidad

 En multitud de ocasiones se ha dicho que el hombre "crea la realidad", en el sentido de que la realidad no parece existir en sí, sino que lo es "para nosotros": ¡Es nuestro cuerpo a través de sus propios sentidos quien crea la ilusión de la realidad!

Pues bien, yo voy a ir mucho más allá: quiero experimentar la hipótesis de que el hombre no es que cree la realidad, sino que la realidad "somos nosotros mismos", y que la realidad "externa" es el espejo en el que nos vemos.





¡Experimentemos esta hipótesis!... ¿No es una sugerencia interesante?... Me gusta emitir hipótesis, como posibilidades, abriendo nuevos caminos que, quizás, ¡Eureka!, nos aproximen más a la verdad.

La realidad como todo cuanto en verdad puede hacernos acceder a nuestro interior, primero y necesariamente se observa en el exterior; yo utilizo el símil de "la mirada a través de la ventana": la observación externa nos hace adivinar lo interno a nosotros mismos, también las leyes que aparecen en la naturaleza y que al final inciden sobre uno.

Así, en principio creemos como real lo externo, lo que se ve a través de la ventana, pero si la ciencia nos dice que eso "que vemos" en el exterior, a lo que llamamos realidad, en verdad lo construyen nuestros mismos sentidos, pues no tiene "entidad" en sí, lo que es claro que nosotros sí tenemos esa entidad ("el pienso luego existo" descartiano), entonces, ¿por qué no suponer que, verdaderamente, ¡somos nosotros la misma realidad!, y que lo que vemos fuera (sin "entidad") no es más que el "reflejo" (realidad virtual) de la realidad cierta que es nuestro ser, que encierra en sí mismo, por consiguiente, lo que en realidad existe: el universo entero?

La clave: La diferencia básica entre la realidad del "espejo" y la nuestra: ¡La conciencia!

La nueva hipótesis nos conduce a una reflexión que ¡nos catapulta hacia unos horizontes inconmensurables!

jueves, 15 de septiembre de 2022

Tecnología y naturaleza: La "preservación" de nuestra estirpe

 Cambio climático, contaminación global, hecatombe mundial por causas biológicas y/o químicas, u holocausto nuclear... Todo tiene un denominador común: la acción humana que, sobre todo en estos tiempos, tiene que ver con su tecnología, el desarrollo científico aplicado, lógicamente, a lo material, al entorno que nos circunda, en otras palabras: la naturaleza.

De tal forma, tecnología y naturaleza aparecen imbricadas, sin que se vea "retorno" previsible (es decir, en dirección contraria); quiero que se me entienda: cualquier desarrollo tecnológico humano tendrá su incidencia, y mucha, sobre nuestra naturaleza.: ¡Gaia reclama su papel, y su advertencia (mayores desajustes, incremento de cataclismos, etcétera) es clara!


No queda más remedio, no nos queda más remedio que "enterrar" la tecnología de forma definitiva (el planeta lo reclama), para sustituirla por el binomio "tecnología-naturaleza", o sea, desterrar lo "tecno" para sustituirlo por la "Tecna", un "palabro" nuevo que designaría ese equilibrio entre tecnología y naturaleza ("Tec" y "na", correspondientes, respectivamente, a "Técnica" y "naturaleza"), un equilibrio dinámico entre tecnología y naturaleza, único "grado" de tecnología ya permitido, siempre y cuando pertenezca al binomio aludido: ¡no lo "tecno", sí la "Tecna"!

Y en eso debemos de ser radicales, como lo es la propia naturaleza (el planeta) con las agresiones que continuamente recibe de nuestra parte.

Todo adelanto tecnológico que incida "negativamente" sobre el nuevo equilibrio representado por "Tecna", debe de ser eliminado de raíz.

Todo tiene que ver con las prioridades... Se construyeron los consagrados principios relativos a los Derechos humanos", y se evolucionó hacia una nueva sensibilidad con los "Derechos de los animales"... Pues bien, la ONU y todas las organizaciones globales del mundo deben, ahora, reconocer algo prioritario sobre los mismos que tiene que ver con la "preservación" de la propia humanidad, la estirpe humana que, cómo no, lleva en su seno la "Declaración de los derechos humanos", de la de los animales, y de la naturaleza en conjunto: ¡el hombre como especie no puede salvarse sin preservar y cuidar el entorno en el que vive, la naturaleza!

Sí, y hay que prohibir, por consiguiente, ciertas cosas, ciertos comportamientos, el poder por el poder, la "tecnología desbocada", que en vez de procurar un desarrollo humano sano, nos conduce al desastre medioambiental y a una serie de peligros que amenazan a la humanidad entera.

No puede admitirse de ninguna forma, la existencia de comportamientos autoritarios o dictatoriales que campan por sus respetos, sin pasar por el tamiz de un control más democrático, que pueda imponer las limitaciones anteriormente expresadas.

Es urgente, y mucho, poner límites al desarrollo de técnicas que conllevan en sí, el poder destruir la propia "estirpe humana".

El binomio "Tecna" y lo que ello supone, reclama una inmediata puesta en escena; "tecnología" y "naturaleza" necesitan avanzar en un paralelismo, una imbricación mutua beneficiosa para ambas, que asegure la propia "preservación" de nuestra estirpe.

martes, 13 de septiembre de 2022

Einstein, el "padre" de la Relatividad y su "dilema" cuántico

 "Cuántica y Relatividad, los dos pilares básicos de la Física desde el siglo XX a nuestros días".

Sí, ¡pero qué distintos han sido sus procesos de elaboración! 

En toda teoría física existen los verdaderos "creadores" de la misma, y los "desarrolladores", que como la palabra indica la desarrollaron a partir de los fundamentos básicos de la teoría.

Se da la circunstancia que en la creación de la teoría relativista destaca un solo genio, el padre de la misma, Albert Einstein, creador tanto de la Restringida como de la General, que explica fehacientemente la gravitación, pero no es menor la importancia de la Relatividad Restringida, ya que cambió para siempre nuestros conceptos de espacio y tiempo y su imbricación, algo que desde los tiempos de Newton habían permanecido inalterados.

En Relatividad, el creador indiscutible de la misma fue Einstein; su genio dio a luz a una teoría perfecta desde el punto de vista de la abstracción, alumbrada desde su extraordinario pensamiento, sin más apoyo experimental, pues solo fue después cuando los experimentos le dieron su apoyo (perihelio de Mercurio, desviación de la luz por la gravedad, etcétera). Fue su creación más perfecta, un ejemplo de teoría científica desarrollada simplemente por abstracción matemática, desde unos planteamientos básicos, como la ley de equivalencia (entre masa inercial y gravitatoria); la labor de un genio irrepetible.

Pues bien, el otro pilar básico de la Física, la Cuántica, tuvo un desarrollo teórico completamente distinto:¡no fue creada por un solo genio, sino por unos cuantos! A saber: Schrödinger, Born, Bohr, Heisenberg, Planck, Pauli, Wheeler y el mismo Einstein.

La controvertida frase, atribuida a Einstein, "Dios no juega a los dados", marcó el hito de su "dilema" entre seguir los pasos de la Teoría Cuántica que se venía vislumbrando, o afianzarse más en su teoría relativista, patrocinando la idea de las "variables ocultas" dentro de la Cuántica. Posteriormente el teorema de Bell desechó completamente dicha hipótesis de las variables ocultas.



Entonces, uno de los creadores de la Teoría Cuántica, como Einstein, tuvo que elegir entre su magnífica Teoría Relativista y las interpretaciones de la Cuántica que se oponían visiblemente a su Teoría de la Relatividad (trayectorias totalmente definidas -intervalos de universo-, ausencia de azar, etcétera). Lógicamente, como creador de la Relatividad, orgulloso de su máxima creación científica, eligió la primera, apartándose en esos puntos de la incipiente Teoría Cuántica: ¡He aquí su dilema!

Por supuesto, que igual que en la Relatividad (Schwarzschild, Hawking, Penrose, etcétera), hubo "desarrolladores" en la Cuántica (Zeilinger, Wigner, Everett, Dirac, Feynman, etcétera), pero en la construcción de la Teoría: ¡en Relatividad, un genio, Einstein; en Cuántica, un mérito compartido!

viernes, 15 de julio de 2022

El paraíso terrenal

 El paraíso terrenal: ¡El planeta Tierra!

Sí, la Tierra es el "paraíso terrenal" para la "estirpe humana"... Y recalco, "para la estirpe humana"... Ni hombres buenos, ni hombres malos... No hay "moralidad" en lo que digo, simplemente "la estirpe humana".

Después de ir conociendo (tímidamente aún, pero numerosos en conjunto: más de varios miles) la existencia de planetas extrasolares, es decir, de más allá del Sistema Solar, por el tipo de instrumentos usados en su búsqueda y localización, son mayoría los planetas gaseosos al estilo de Júpiter o Saturno, pero aún los rocosos (tipo Marte o la Tierra), con los conocimientos actuales, solo pueden albergar vida los situados en una zona muy limitada y concreta de las órbitas de la estrella sobre la que rotan... Pero son muchas las condiciones necesarias para que cualquiera de tales planetas pudieran poseer vida (bacteriana o más elaborada). Aparte de que la propia definición de vida, sigue siendo un problema científico a resolver de primer orden, pues pequeñas variaciones en los factores que concurren en su aparición traen consigo, previsiblemente, tipos de vida que se antojan extraordinariamente variables; solo hace falta ver la diversidad de especies (millones) que se dan en la Tierra, dentro de un margen o variación de dichos factores que no parecen ser demasiado extremos... Pero no solo hablamos de unos pocos factores o condiciones que hagan posible la vida, sino que pudieran ser muchos más, quizás bastantes, y no solo la gravedad, la atmósfera, la existencia de agua, la temperatura, etcétera, existentes en tales planetas que pudieran sustentar vida; hasta la deriva de los continentes, a la existencia de satélites adecuados, o sea, un largo etcétera.

Pero lo principal no es ya la posibilidad de vida que, por cierto, sigue siendo una desconocida en su totalidad, sino: ¿Qué tipo de vida?... Y es que la evolución nos ha enseñado que los organismos vivos en la Tierra, se han ido adaptando a las diversas circunstancias, cataclismos, etcétera, es decir, a la historia geológica, climática, etcétera, del planeta... En otras palabras, toda esa historia, ha "esculpido" la diversidad genética de las especies que viven y han vivido en cada uno de los períodos geológicos que han ido sucediendo, hasta llegar a la realidad actual (millares y millones de especies), en la que es evidente el predominio tecnológico, para bien o para mal, de una de esas especies, el "Homo sapiens".

Y todo se ha comportado como el símil de una puerta con su cerradura, y su llave correspondiente: ¡la vida en la Tierra es el resultado de una evolución sobre un entorno (la puerta) para producir unas especies específicas para ese entorno (las llaves). De forma que la vida terrestre está tan intrincadamente superpuesta al mismo planeta, como la "puerta y su llave precisa"... una coevolución inseparable una de otra... Y en cada planeta extrasolar (casi sabemos con seguridad que en los demás planetas del Sistema Solar, no puede existir ninguna vida tan evolucionada como la nuestra) debería suceder lo mismo, es decir, en cada uno de estos planetas la vida habrá evolucionado de forma tal, que sus especies tendrían una "conexión íntima" con las circunstancias especiales del mismo, en otras palabras: ¡esa vida podría fácilmente ser incompatible con nuestro entorno terrestre!... ¿De qué valdría llegar en el futuro a planetas donde prácticamente no podríamos vivir?... ¡La vida se desarrollaría en "cápsulas" aisladas del entorno de dichos planetas!... y para mí tal vida "artificial" no me parece nada sugerente... ¡Sería algo así como vivir en el espacio interestelar por siempre, no como el "Homo sapiens" (con nuestra condición de simio avanzado) sino, más bien, como "Homo errante" (me recuerda al "holandés errante)!


La derivación con respecto a los posibles "viajeros del espacio" que nos visitasen sería que no somos en absoluto "apetecibles" para que nos invadan, en un mundo en el que les sería muy difícil vivir (de forma "natural", a su consideración). No habría que desechar, entonces, que los posibles viajantes fueran, más bien, autómatas, o simples naves de observación.

Así que, habría que añadir. entonces, tal nuevo factor a la ecuación de Drake respecto a la improbabilidad de los contactos con otras inteligencias extraterrestres. (Por cierto, el descubrimiento de América, con la introducción del hombre europeo en civilizaciones desconocidas como la Maya o la Inca, existentes entonces en la zona, es muy mal ejemplo al respecto: ¡se desarrollaban en el mimo planeta Tierra).

Por ello, recalco con rotundidad el imprescindible y necesario cuidado de nuestro planeta Tierra, nuestra cuna y nuestro futuro más probable y previsible. Desde tal punto de vista, pues, la Tierra es el mejor regalo que tenemos para vivir, es decir, aquello que desde siempre se asemejaba al "Paraíso terrenal" de nuestras mitologías, limitado como la Tierra y el propio hombre, pero sí de este mundo.

lunes, 25 de abril de 2022

PENSAMIENTOS

 La nueva obra de Alejandro Álvarez Silva, del mismo título, contiene más de 130 artículos publicados por el autor a lo largo de los años, desde 2016 a 2022, en tres de sus Blogs (Simbiotica, Foro Esencia, y El imperio de la Verdad).

Puedes ver la sinopsis de la obra aquí.



A continuación, a modo de Índice, se expone una muestra de títulos de los mismos, en los que se aprecia la variedad de temas que comprende.

2016 (Una profunda revisión de los mundo de Penrose; ¿Dónde está la libertad humana?; Escrutando más allá de la vida; La consciencia como demiurgo; Elucubraciones sobre la "otra vida"; El presente "transcurrente"; Eternidad y subjetivismo).

2017 (Regreso al origen: materia y forma; Un cóctel maravilloso; Elucubraciones en torno a la intersubjetividad; ¿Qué es la conciencia (consciencia)?; El sentimiento de "mar en calma"; ¡Qué felices éramos en aquellos tiempos!; Las lagunas del entendimiento; Nicho de expansión cósmica; La muerte: ¿un cambio de estado?; "Desde" y "en", perspectivas inconexas; La "huella" en el universo de cada vida; Pasado y ritos funerarios).

2018 (Sobre la conciencia subjetiva del tiempo; La retroacción del tiempo: un fenómeno cuántico; Física y consciencia; Consciencia: el símil del agujero negro; El velo de la cotidianidad; De observador a sujeto: la clave de la conciencia; La vida del sujeto: entrelazamiento e intersubjetividad; Bipolaridad del espíritu; El mundo de la interioridad; El egoísmo del yo: la vigilia; El hombre: de la biología a la espiritualidad; Del más allá al más acá; La conexión mundo-objeto-lo otro; ¿Qué es la vida?: el misterio persiste; Principios de la "unicidad" del yo; El universo: "ámbito natural de las consciencias"; Paradigma necesario: "La ciencia controlada"; ¡Pena, qué pena...!; El segundo paso de la humanidad: "la técnica de contención").

2019 (La muerte desde otra perspectiva; El entorno inmediato de la consciencia; Vida y psiquis comparada; Camino hacia la luz; Azar creador; Emergencia verdadera: característica descriptiva; El mundo en él, y él en el mundo; Lo esencial de la vida en la era de lo sintético; La cadena de consciencias-inconsciencias en el ser vivo; De sentimientos y emociones en el ser vivo; El amor no pide nada... ¡da!; A vueltas con la muerte: los instantes previos; Los niveles-mundos (el universo) y su conexión; El milagro de lo cotidiano; Una trayectoria, un camino; Caos, empatía y tiempo; La creación: experimento inacabado; Sensación-intuición: la brújula del Ser; Inconsciencia y consciencia global).

2020 (El acto de crear: ¡la consciencia lumínica!; Los efluvios de lo material; Los espíritus: ¡cosa de vivos!; Evidencia del final; Sentido del universo y sentimiento religioso; El proceso vital; ¿Por qué apareció la consciencia?; Sobre el libre albedrío; Tanta ciencia para tan poco: el "balbuceo" de nuestra conciencia; El velo como "reparación" (la actitud ante la muerte); La muerte propia y la de otros (a la memoria de Stephen Hawking); Consciencia y vida: ¡Un salto al universo!; El hilo conductor de la consciencia; Vida, autofunción y anestesia; "Espiritualizando" el mundo; Metafísica de los grises; Caos y obscuridad; El mito del Narciso y la introversión; Mágico futuro y futuro transversal; Perspectiva personal, perspectiva general).

2021 (Poesía... la "críptica" puerta; El amor por sí mismo y la adaptación al entorno; Narcisismo y amor; ¡Nuestras queridas mascotas!; Caos y sentido; "Interioridad" del Ser y el origen de su libertad; Emergencia del momento y pensamiento "elevado"; Reflexión, tiempo y sensación; Materia "animada"; Del "dejar estar"... al camino de lo sublime; Oscurantismo-magia-religión-ciencia; Perdurando en el tiempo; La miríada de entornos vitales; ¡Sí que es grande...!; Que el futuro no "ralentice" tu trayectoria; Una noche en vela y la caverna de Platón;  La consciencia como agente moldeador y creador del universo; El relativismo del tiempo y su falta de esencia; El repliegue del Ser ante la expansión del Cosmos; ¡Hablemos de Dios!; La senda de lo divino; Los límites del reduccionismo; Más allá de la vida).

2022 (El sueño de una noche febril; Sensación personal, conocimiento holístico; Historia auténtica y voluntad integradora).

domingo, 24 de abril de 2022

La gran Rusia

 La gran Francia, la gran Inglaterra, la gran España... casi todos tenemos una historia esplendorosa, motivo de orgullo por la patria que nos vio nacer... pero, y también, la ¡gran Humanidad! El mundo se nos hace pequeño, e inevitablemente vivimos en comunidad: ¡el aleteo de una mariposa, se siente en el otro extremo del Globo!... Somos ya globalidad, una especie que para pervivir necesita de la ayuda mutua...



Putin, "el gran padre de la gran Rusia", anhelos trasnochados que solo pueden arrastrar a la destrucción total de la Humanidad, de la especie que es una... Solo citar la posibilidad del "holocausto nuclear", representa un pecado moral, no ya "crímenes de lesa humanidad", son los sueños de un loco que como en el caso del dictador Hitler, supone el desarrollo y ahora aún más monstruoso, de las ideas nacionalsocialistas, un desatino más leve entonces (aún con su enormidad), antes del advenimiento de la Era atómica... Ahora, tales comportamientos deben de ser desechados, erradicados totalmente del planeta Tierra por la comunidad internacional y sin fisuras, pues la extinción del género humano pasa no ya de ser posible, sino probable.

Señor Putin, un gran hombre no necesita de esos alardes (pregonar al viento el lanzamiento de un misil intercontinental con potencialidad atómica). Un gran hombre lo es de toda la Humanidad... ¡Sea un gran hombre!

viernes, 1 de abril de 2022

¡Así nos va!



 "Virtudes" de la izquierda española:

- "El fin justifica los medios", sobre todo y sobre todos... y el fin siempre es ganar elecciones, cuando después no sabe qué hacer con el triunfo. (¿Quizás sí?... malgastar ayudando a los suyos por encima de cualquier moralidad, justicia o "igualdad" -curioso, siempre tiene en la boca y presume de ¿igualdad?)

- Como su ideología no tiene "dios que valga", adornan a su secretario general de poderes semejantes: "fe ciega en el mismo"; lo contrario supone una "expulsión" de las áreas de influencia, así que el sectarismo en sus filas es su característica más definitoria... ¡Dios, cómo les gusta la crítica!

- Achaca a sus adversarios políticos todos los males que ellos mismos provocan.

- Presume de ser mentirosa (siempre que les venga bien). ¡Qué pronto olvidó aquello de: "España no se merece un presidente que le mienta"! Es decir, la verdad es un concepto que "no entra en su cabeza"... El "sectarismo" prima.

- Hizo inviable en el pasado un gobierno ordenado y equilibrado de la nación, con revoluciones y cataclismos que provocaron de alguna forma una guerra entre hermanos. Y al final han querido en la paz ganar una guerra que perdieron. 

Resultado:

- Obliga a la oposición a adoptar "recortes", que ella misma por su inutilidad ha provocado al inflar la deuda pública a límites inimaginables.

- Reparte el dinero (principalmente entre sus allegados: amigos, familiares, etcétera) que no tiene... hasta que revienta con la deuda el bienestar de sus descendientes.

- Propone que la ¿justicia social? está por encima de la economía, actuando en consecuencia, aunque no sea capaz de "producir un euro"... ¡Por favor, deje de repartir miseria (Cuba, etcétera)!

- Su única fórmula es "gastar", pero no producir... así no dejan de freír a impuestos a la sociedad. (No solo a los ricos, que es su bandera, sino principalmente a la clase media.)

- En resumen, su "falta de gestión" es palmaria.

                                             ¡Así nos va!

martes, 1 de febrero de 2022

La sintonía entre corazón y razón

Curioso, el programa "Cuarto milenio" de televisión, y en especial su director Iker Jiménez, han  sido capaces de hacer que reconsidere mi posición respecto a un tema que aparte de su enjundia, encierra no pocos replanteamientos de rabiosa actualidad, puesto que toca asuntos como la actitud vegana, el amor por las mascotas, la "desarmonía" entre conciencia e impulsos inconscientes que más allá de lo propuesto por Freud, moviliza el motor de la propia vida.

Diría más, todo esto, puesto en orden, a mi parecer, resolverían unas pocas interrogantes que realmente están en el fondo encubierto de muchas de nuestra angustias... y una de ellas sigue siendo el "trance de la muerte". Tales afirmaciones, requieren, evidentemente, al menos algunas reflexiones por mi parte. Trataré de explicarme.

Nos decía Iker que existía un claro contraste entre el amor, cada día más creciente, hacia los animales, en particular nuestras mascotas, y la evidencia como animales omnívoros que somos de alimentarnos de la carne de los animales. Nos decía: ¿No puede ser una adorable mascota un cerdito de corta edad? ¿Qué le diferencia de nuestro perro o gato?...¡Una abominación para nuestra sensibilidad sería alimentarnos con los últimos!... Y racionalmente, el entendimiento, la inteligencia, nuestra conciencia nos muestran la evidencia de tales hechos... ¿La sociedad está desquiciada?... ¡Veganos y carnívoros se disputan nuestra sensibilidad!


 Pero, en el mundo animal no existe tal paradoja, mas nosotros somos animales... ¿distintos?, ¿racionales?... Si es así, es esa razón la que "crea" artificialmente o no, tales paradojas.

Algo está en desintonía... Como la inconsciencia, el instinto es la base u origen del mismo sentido de la vida, no es ahí donde hay que buscar... Mucho más reciente, la razón, sería el motivo a estudiar, el meollo de nuestras sospechas... Y así lo creo, aún cuando tengamos en tan alta consideración esa parte de la inteligencia llamada consciente, con su razonamiento, su búsqueda de evidencias, de objetividades... ¡No casan muy bien consciencia y sensación (corazón)!

En la generalidad de seres vivos, si nos exceptuamos, no existe paradoja alguna: el animal mata para comer, para alimentarse, pero no mata (normalmente -las excepciones confirman la regla) a sus crías, y hasta respeta a otras especies "hermanadas" con ellos, cuando en la pura vida salvaje, las devoraría... Para el animal todo esto es lo más normal, no hay paradoja alguna, sus impulsos vitales inconscientes (instintos y otras fuerzas obran sobre él, sin menoscabo de la consciencia que, el menos muchos de ellos, poseen). 

El problema es humano, y tiene que ver con su sensibilidad (el reciente reconocimiento de los animales como "seres vivos sintientes" no hace más que confirmar lo dicho).

Si la parte inconsciente del animal no es el problema (ante las citadas paradojas), y por otra parte la conciencia nos ha proporcionado un desarrollo técnico y científico suficiente para lograr dominar la naturaleza, tiene que ser la desintonía entre ambas partes la que produce los desajustes, las angustias, las paradojas.

Y así debe de ser, mas tal reconocimiento nos lleva al convencimiento de la necesidad de hacer cambios, a veces sustanciales, en nuestros comportamientos, y el primero que se me ocurre tiene que ver con la relación entre unos y otros, es decir, las relaciones sociales: ¡habría que separar razón y corazón en las mismas! ¡Dejar en el ámbito privado el corazón y en el social la razón! La relación con los demás socialmente, no debe de estar sometida a comportamientos viscerales que son el origen de sectarismos tanto en política como en religión... El comportamiento social debe regirse por leyes totalmente racionales, no viscerales, emocionales, por lo que nacionalismos extremos, racismos o cualquier tipo de odio deben de ser totalmente desterrados. Como digo, ¡no mezclemos razón y corazón! ¡Dejemos el corazón para lo individual (a semejanza del puro animal), para los asuntos personales!... Y ello incluye, por consiguiente, lo citado anteriormente en relación al "trance de la muerte"... Una cosa es el "duelo", un asunto social, y otra el "afrontar personalmente" dicho trance, puesto que: ¡Nacimos en soledad y moriremos de igual forma!... Los asuntos personales son nuestros y no de los demás... Cada cosa en su terreno: no mezclemos nuestras más íntimas sensaciones, con la razón consciente que debe regir en la comunidad, en nuestras relaciones con los demás... ¡Fuera paradojas, seamos tan inocentes como el propio animal!

viernes, 14 de enero de 2022

Sensación personal, conocimiento holístico

"... pero la sensación es el origen de la consciencia"

Recientemente se nos ha recordado que el conocimiento y la misma consciencia tienen su origen en impulsos del inconsciente, en resumen en las sensaciones internas del organismo. Estas sensaciones son los móviles internos que permiten toda consciencia del entorno y del mismo estado interno de la criatura.



De cualquier forma, sin esa sensación interna personal que sentimos, no seríamos conscientes de nuestro estado interno, ni percibiríamos las "qualitas" tan variadas que acompañan a la consciencia: colores, sensación de miedo, alegría, etcétera.

Así que resumiría que la sensación, querámoslo o no, es lo principal en el entendimiento humano y la consciencia, o sea, algo personal, pero el hombre no sería tal (es lo que más nos diferencia de otros seres vivos), si la inteligencia no se dirigiera hacia el exterior, hacia el mundo, hacia la totalidad objetiva externa, el conocimiento holístico de todo lo que nos rodea. Así, como frase lapidaria yo escribiría: ¡Sensación personal, pero conocimiento holístico! ¡Mas la sensación es el origen de la consciencia! 

MATERIA Y CONSCIENCIA

  El universo de Alejandro Álvarez Silva. Parte   I. Observador del "Hecho Consumado" . Parte  II . Idealismo analítico. Parte III...