jueves, 14 de diciembre de 2023

¿Soy yo, o eres tú?

 La límpida agua cristalina del arroyo,

el misterioso reflejo del tupido bosque en el estanque azul, 

la dulce compañía del amigable petirrojo,

la adorable melodía del escurridizo ruiseñor,

la alegre algarabía del rabilargo y su familia,

la dulce mirada de mi gato Seno en mi regazo,

la luz vigorosa de la enorme Luna en la tranquila noche del verano,

la alegría esplendorosa de la naciente primavera,

el majestuoso vuelo de la rapaz vigilante en sus dominios,

la cálida sobremesa del florido jardín,

el color húmedo mañanero de la amanita naciente,

el fulgor de las estrellas en la noche cerrada del verano tardío,

la alegre musicalidad del trino de los pájaros en la bonanza,

la dulce y cálida compañía de la  amorosa pareja.



¿Soy yo, o eres tú?...

La explosiva sensibilidad brota por todas partes...

¡El universo entero no responde a las perturbadas insinuaciones del hombre!

lunes, 4 de diciembre de 2023

No hay infierno, mas el cielo es un gran desconocido (2ª parte)

 La Cosmovisión sugerida en todos los anteriores recientes escritos de Foro Esencia y este mismo Blog, concluye con la total ausencia del infierno al que se refieren  muchas confesiones religiosas, así como la más conocida de la "Divina Comedia" de Dante Alighieri... Sencillamente, no hay lugar para el mismo: todos los "espíritus" correspondientes a los seres vivos, a la muerte acceden a esa situación esencial que definí como "lo que hubiere", asimilable en cierta forma al Tao oriental con la particularidad, muy notoria, de dejar de ser el prístino Caos, y sí una "morada" de criaturas "traslucidas" en la propia Criatura Suprema. En verdad y en cierto modo, parece la idea de Manes (Maniqueo) de que sólo después de la muerte del cuerpo serán elevados a la región de la luz los elementos que habrán podido desprenderse de la materia. Aquí parece con un carácter universal.

No hay infierno por consiguiente, pero sí morada de los espíritus de aquellas criaturas vivas anteriores que con sus acciones en el universo evolutivo de la Creación, propiciaron su propio alumbramiento, su verdadera creación espiritual. Dije que en el óbito se produce el "salto" automático a tal morada descrita, automática, pues dichos espíritus que siguen al óbito, dejan de pertenecer al tiempo del universo, que solo rige durante su vida terrenal... Es decir, desde el óbito a su ingreso en la "morada"; para ellos es como si transcurriera un tiempo nulo, pues para tales ese tiempo dejó de existir.



Tampoco puede considerarse la "morada" como un cierto, en palabras vulgares, "ajuste de cuentas" por las injusticias que hubieran podido producirse en la anterior vida temporal... Y ello se deduce de la evidencia de que nadie sabe ciertamente los designios de Dios (Criatura Suprema), y más dentro de su propio mundo más identificable ("morada"). Y solo Él y su voluntad pueden regir en el mismo... Viene a cuento, aquí, lo que propuse sobre la existencia del mal en el mundo, algo ajeno al mismo Dios, y solo achacable a las disfuncionalidades de las propias sociedades construidas por humanos u otras criaturas vivas.

Y, además, tras la somera descripción anterior de algunos de los cielos/paraísos propuestos por filósofos y religiosos, está claro que dichos cielos/paraísos no son más que extensiones en el ultramundo de su "tradición religiosa particular", es decir, algo puramente mundano.

Y hasta en la ciencia existen tales prejuicios (Leyes de Clarke), como indica la futurología del escritor Arthur C. Clarke.

Las tres leyes son:

1. Cuando un científico distinguido pero de edad avanzada afirma que algo es posible, es casi seguro que tiene razón. Cuando afirma que algo es imposible, es muy probable que esté equivocado.

2. La única forma de descartar los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos hacia lo imposible.

3. Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada  es indistinguible de la magia.

Y su variación:

* Cualquier inteligencia extraterrestre suficientemente avanzada es indistinguible de Dios. (Última ley de Shermer)

Yo añado que no hace falta recurrir a esta 3ª Ley de Clarke, sino que en verdad, el mundo, la naturaleza es verdaderamente mágica, maravillosa para el que lo sepa ver. Hay melodías, poesías, obras de arte, sensibilidades que nos elevan a la autocontemplación, hacia el éxtasis en ocasiones, que quisiéramos prolongar hasta el infinito, ab eterno... ¡Imagina que tales instantes no acabaran nunca, que fuese tu presente para siempre! ¿No sería eso vivir en el verdadero cielo?

sábado, 2 de diciembre de 2023

No hay infierno, mas el cielo es un gran desconocido (1ª parte)

 "En la religión babilónica el universo se dividía en tres partes: cielo, tierra y océano.

En Egipto, tras la separación de cielo y tierra, los dioses se establecían en aquel.

En Babilonia, Anu, el dios supremo, tiene en la última esfera celeste (las esferas oscilan entre 3 y 10) su residencia.

En la religión irania el cielo más alto es el lugar de la mansión de Ahura Mazda, el único Dios.



En el antiguo testamento judío el cielo es la zona bajo la cual el poder de Dios se hace experimentable.

Según el Apocalipsis de San Juan, el cielo es la región donde desciende el Espíritu (desde el cielo deja Dios oír su voz). También, es la patria del preexistente Cristo, la sede del Resucitado.

Con la expresión "reino de los cielos" se alude con frecuencia al modo de gobernar el universo propio de Dios.

En muchas religiones el cielo es el lugar de los bienaventurados. Para San Juan, el cielo de la bienaventuranza definitiva son "las moradas de la casa del Padre", accesibles al alma del fiel fallecido.

Resumiendo, en la historia de las religiones, cielo designa primitivamente un lugar: 1) es la parte superior del cosmos que mitologías primitivas personifican y divinizan; 2) es también "la sede de la divinidad", y 3) el lugar del premio de los bienaventurados; 4) por derivación es el cielo en la reflexión teológica ulterior; el "estado" definitivo de felicidad de los creyentes y objeto de estudio en el tratado de escatología.

Con carácter general el cielo o Paraíso se caracteriza por la felicidad, la ausencia de la muerte, la abundancia de modos de vida (Jardín del Edén) y la constante presencia de la divinidad junto al hombre, o por sus poderes mágicos o místicos excepcionales (chamanismo)." (Tomado del Diccionario Salvat de 1969)

"En la Escatología cristiana el paraíso es el gozo eterno de la gloria de Dios

La Yanna es el paraíso islámico. Los musulmanes creen que el tratamiento que cada uno recibirá estará de acuerdo a sus hechos en la vida terrenal. Según la creencia musulmana todo lo que uno puede desear se encontrará allí. El paraíso consta de siete niveles y el más alto es el séptimo: el Firdaws donde morarán los profetas, los mártires y la gente más veraz y piadosa.

La visión típica del creyente sobre el cielo o el paraíso parece depender en gran medida de su tradición religiosa particular. Se le ha descrito como poblado por ángeles, dioses o héroes.

Parece que el judaísmo lo importó desde el zoroastrismo por el profeta Daniel.

Los textos islámicos describen una vida inmortal para sus habitantes, feliz, sin daño, dolor o miedo o vergüenza, donde se satisface cada deseo. "Su vida estará llena de venturas incluyendo trajes lujosos, joyas y perfumes, participando en banquetes exquisitos servidos en vajillas sin precio por jóvenes inmortales y descansando en divanes adornados con oro y piedras preciosas. Los alimentos mencionados incluyen carnes y vinos aromáticos que no embriagan ni inclinan a las peleas. Los residentes en la Yanna se regocijarán con la compañía de sus padres, esposos e hijos (siempre que hayan sido admitidos en el paraíso), conversando y recordando el pasado. Los textos también mencionan a las huríes, creadas en la perfección, con las cuales compartir las alegrías carnales ("un placer cientos de veces mayor que el terrenal)". Y sigue: "Las viviendas serán agradables, con amplios jardines, habrá ríos de agua, leche y vinos, frutas deliciosas de todas las estaciones sin espinas y pabellones llenos de huríes. Un día en el paraíso se considera igual a mil días en la tierra."

Y continúa con más maravillas respecto a palacios, árboles y montañas hechas con almizcle, etcétera.

Mas, considera que la unión con Dios (Alá) será mayor que en la vida terrenal. "La visión de Allah será la mayor de todas las recompensas, sobrepasando el resto de placeres".

(Texto sacado de Wikipedia)

En la 2ª parte del artículo se analizan las consecuencias que sobre el tema supone la adopción de la nueva Cosmovisión.

MATERIA Y CONSCIENCIA

  El universo de Alejandro Álvarez Silva. Parte   I. Observador del "Hecho Consumado" . Parte  II . Idealismo analítico. Parte III...