lunes, 23 de enero de 2023

Vida: Colisión entre dos mundos

 Este artículo es continuación de los siguientes de este mismo Blog: "El yo y la inconsciencia" y "Esencia y dinámica del Mundo (I) y (II)". Su lectura es imprescindible.

Parto de la base de la existencia de dos mundos (establecidos en los artículos citados): el representado por el Inconsciente y el que corresponde al universo físico o material. Cada uno de ellos tiene sus especiales características; el segundo sus conocidas coordenadas espaciotemporales, el mundo ordinario en el que nos desenvolvemos; en el primero hago residir el mundo de cualidades relacionadas profundamente con la mente y la psiquis: voluntad, sensación, unicidad, etcétera. Así que este último se presenta a sí mismo como único, continuo y modulable. Sí, sin partes diferenciadas excluyentes o separadas.

La Colisión, yo diría mejor contacto entre ambos mundos, viene representado por el Ego o "yo", y como tal presenta características de uno y otro mundo. Al presentarse dentro del tiempo, es el presente la fase en que reside y en ella ejerce su dominio; posee un comportamiento reflejado en las acciones que ejercita sobre su entorno (la naturaleza). Y es la voluntad que reside en el mundo del Inconsciente el motor de ese Ego, así como las pulsiones, instintos, etcétera, que influyen en su toma de decisiones... A su través, el mundo físico (la naturaleza) incide sobre el Inconsciente, marcándole pautas, sucesos o acontecimientos que quedan grabados en su interior como hitos o eventos psicológicos, señales internas en el Inconsciente de tales hechos y de las circunstancias temporales en que sucedieron, junto al entorno de los mismos.

Todo ello acrecienta la toma de conciencia de la criatura viva como individuo, su reconocimiento como individualidad, su existencia (su sí mismo). En cierta forma, pues, graba en su interior todo lo vivido por los "presentes" sucesivos de su vida: ¡Como si el tiempo (al que en esencia es ajeno), se "incrustase" en su interior! Hablando impropiamente, la inicial "indiferenciada sustancia" del Inconsciente (quiere decir que no tiene dueño o sujeto al que pertenezca), quedaría después revestida de un sujeto, individuo o criatura, cuya esencia o individualidad va a ser ese Inconsciente, fruto del comportamiento o acciones (en los presentes) del Ego a lo largo de su vida.



El Inconsciente, a su vez, empodera al Ego por medio de su voluntad, energía psíquica (libido), pulsiones, instintos, etcétera, para poder "actuar" en el universo físico (entorno, naturaleza): reviste al Ego de cualidades como la sensibilidad, o el reconocimiento de la belleza, en suma, además, de las llamadas virtudes morales, guiado por su especializado Superego.

No podemos hacer "particiones" temporales en el Inconsciente, como consecuencia de su "acoplo" con los distintos presentes: ¡El tiempo no "señorea" sobre el mundo del Inconsciente!, porque todo sentimiento, sensación o emoción de cada presente, aunque se "incorpora" en el Inconsciente,  se "difumina" en él, en su integridad total, sin embargo, la voluntad o deseos del Inconsciente, procedan de donde procedan de su interioridad, sí pueden reflejarse en un instante determinado (presente) del Ego. Aquí si puede darse la partición, dada la existencia temporal de ese Ego, dentro de la llamada flecha del tiempo (pasado, presente y futuro).

Todo ello hace posible la evolución en la vida, por que el universo físico, sin el motor del Inconsciente sería una "semilla estéril" incapaz de crear vida.

El Ego se dota, en su contacto con el universo físico, de la consciencia necesaria para su presencia en el mismo: ¡Esa parte del Inconsciente trasladado a la luz de la consciencia! ¡Y esa consciencia (en mi opinión, con raíces en el fondo asentadas en la Cuántica) es capaz, entonces, de acrecentar el universo físico por "decantación" de potenciales posibilidades, y así "crear" nuevo mundo! Y ese "contacto" o "colisión" de los mundos de la Inconsciencia y la materialidad física, hace posible el reinado de las "consciencias" creadoras de vida, de la misma totalidad del universo.

De igual forma, cuando la carga psicológica de un acontecimiento histórico, posee la suficiente magnitud, puede producirse el "salto" del mismo en cualquier dirección del tiempo (aún cuando el Inconsciente "puro" es ajeno al tiempo), abriéndose un abanico de posibilidades (parapsicología) entre las que estarían la adivinación, y las propias regresiones.

Lo que está claro es que la materia no crea la psiquis; es la psiquis quien se "acopla" a la materia.

¡El Ego es caduco; el Inconsciente perdura!

jueves, 19 de enero de 2023

Esencia y dinámica del Mundo (II)

 "Ontogénesis"

Continúo con la segunda parte del artículo.

En esta entrega he de hacer hincapié en algo fundamental, que no fue tan explícito en la primera parte, y es, una vez más, destacar la sustancial importancia del observador, siguiendo con la línea marcada por Einstein en su teoría relativista. El lema que se erige como clave de la psiquis es:

"El observador está siempre fuera; nunca dentro."

Ello quiere decir que el observador, quien da fe de lo existente, quien realiza las mediciones, lo hace distanciado de lo que ve, y viene aquí a colación el antiguo símil de la ventana que tanto y tanto utilicé en obras anteriores: "observamos a través del marco de una ventana, hacia el exterior, la naturaleza, el universo físico"; de donde se deduce que nunca podemos observarnos a nosotros mismos, nuestra interioridad, por eso es tan difícil la práctica de la "introversión": solo podemos "conocernos" relativamente, observando lo que se ve "a través de la ventana", que comprende también nuestras acciones sobre esta naturaleza, lo que indirectamente puede hacernos comprender lo que podemos ser nosotros mismos, ya que al averiguar las leyes que existen en esa naturaleza, algunas proceden de nuestras propias acciones en tal entorno, y fruto de ello aportarán cierto conocimiento de nuestra interioridad.

Consecuencias: En primer lugar poder explicar la constitución del "yo", pues la Reflexión de eso que observamos en el entorno acerca de nosotros, su retroalimentación, produce en el Inconsciente, agente final de la acción volitiva, en una especie de narcisismo, la formación o diferenciación en dicho Inconsciente del "yo" o Ego, ya con cierta "autonomía" respecto al propio Inconsciente. En segundo lugar, todo esto nos da la explicación de por qué a la Ciencia le resulta tan difícil estudiar el Inconsciente, consecuencia de la falta de un observador "válido", pues el conocimiento del mismo solo puede alcanzarse tímidamente de la forma indirecta apuntada, sin un observador "puro" como requiere la propia Ciencia, pues apenas es posible la medida precisa dentro de las coordenadas imprescindibles en Ciencia, de espacio y tiempo , que no tiene nada que ver con el principio de incertidumbre de Heisenberg.



La libido, según Freud y Jung, es la energía psíquica, que explica variadas propiedades de la mente como la propia Voluntad, defendida tan arduamente por Schopenhauer.

Así que una primera descripción de la constitución básica de la psiquis y del mismo Inconsciente, sería que éste en un principio es una "sustancia" indiferenciada, pero con la capacidad de poder producir en su seno tanto al Ego, como al Superego. Al Ego como lo he descrito y al Superego como una forma cómoda de elaborar dentro de él un "pináculo" difícil de manejar, manteniéndolo a salvo de las circunstancias extraordinariamente variables que se presentan en el funcionamiento (pensamiento, pulsiones, etcétera) del propio Inconsciente.

Estoy describiendo, por consiguiente, una especie de "ontogénesis del Inconsciente", a la que habría que añadir todo el proceso de "individualización" interna, debido a las propias acciones del Ego en los sucesivos presentes.

Como advertí, el Inconsciente como fuerza prístina del Mundo no está localizado ni en espacio, ni en tiempo, coordenada que le son ajenas. Solo existen modulaciones en su interior. Está, pues, fuera de la propia Física, esa ciencia básica que es la raíz de la propia Ciencia. Precisamente, tal presupuesto es la base de mi obra "Accesible e inaccesible".

Vuelvo a recalcar que en mi opinión, la raíz del misterio de la psiquis radica en el observador (en el fondo el propio Inconsciente, que es pero no está) ausente para su interioridad, y sin él no es posible el pensamiento puramente científico.

Por último, me hago eco de la conocida expresión de Lao Tsé:

"Nacer es llegar; morir es volver". Que transformaría en "Nacer es llegar (a ser); morir es volver (al Padre; la Materia primigenia). Ese volver ha completado la existencia de la criatura viva como individuo: ¡El Inconsciente contiene ya en sí la individualización completa, que se ha ido modulando a lo largo de la vida de la criatura en base a las acciones históricas del Ego (yo)! ¡ El Mundo es el entorno necesario que permite la autocreación del Ser!

martes, 17 de enero de 2023

Esencia y dinámica del Mundo (I)

 No es la primera vez que intento descifrar el misterio de nuestra presencia en el universo, el Mundo. En sucesivos artículos de mis Blogs ("Simbiotica", "Foro Esencia", "El imperio de la verdad") incido en esta vasta cuestión: "El yo y la inconsciencia", "Cosmovisión: el sentido del universo", "¿Que es la vida?... El misterio persiste", etcétera. Por otro lado, la incursión en la psicología con obras como "El ser y la vida", "Superego", etcétera, fue otra forma de abordar el tema. 

No se escapa que la cuestión de la consciencia y la conciencia humana son temas centrales, y verdaderos quebraderos de cabeza para los científicos que tratan de dar explicación a algo tan evidente en nuestra vida ordinaria, y sin embargo, tan difícil de enfrentar desde un planteamiento meramente científico. Y es que aquí la psicología y el psicoanálisis no acaban de hallar el punto de encuentro con los presupuestos científicos que los avalen.

Estamos ante la tremenda incógnita del surgimiento de la psiquis en las criaturas vivas, que parece solaparse con la misma raíz de la vida.

Pues, aún más, nada menos que pretendo no solo inmiscuirme en tales crípticos asuntos, sino yendo más allá, tratar de dar una explicación plausible a la totalidad de nuestra presencia en el universo, el Mundo, obra inmensa y en los detalles inconmensurable, así que solo intento, no puede ser de otro modo, presentar el esbozo de una hipótesis global, que podría pormenorizarse en un futuro más o menos lejano... Espero que tal pretensión no desanime por su inmodestia, a los avezados lectores que puedan aprovechar libremente algunas de las ideas que van a ser expuestas. Empecemos.

Primero, advertir que dada la enjundia y complejidad de lo que pretendo, aunque se tan solo un esbozo, necesariamente estas ideas se expondrán en más de un artículo o partes bajo el mismo título: "Esencia y dinámica del Mundo".

¿Por qué hablo del Mundo y no del universo? El desarrollo del artículo lo aclarará, solo decir que para mí el Mundo comprende no solo el universo físico contemplado por la ciencia básica, sino que incluyo en él los diversos fenómenos relacionados con la psiquis, la mente, etcétera.



En mi opinión, existen dos realidades primigenias en el Mundo, dos tipos de "sustancia" que constituyen la totalidad: La materia-energía psíquica (todo el ámbito del Inconsciente -individual, colectivo, etcétera) y el universo primordial o primigenio, la Nada de los filósofos, o el Tao oriental. (La materia-energía física, como veremos, sería algo "próximo" pero distinto a ese universo primordial o primigenio -hay matices que lo diferencian-.)

Y ahora vendría ese universo físico que conocemos, con sus "objetivas" y reconocidas propiedades... pero no adelantemos acontecimientos.

Mas, ocurre que el "contacto" entre ese Inconsciente con el universo primordial, por ejemplo, en la criatura humana, origina la aparición y "diferenciación" en ese Inconsciente del "Ego" o "yo", que se comporta como una nueva "figura" distinta ya del mismo Inconsciente... Y ello a través de una dinámica que consiste en la Reflexión del Inconsciente sobre el metafórico espejo de la naturaleza (universo), un "narcisismo" creador del Ego.

Pues bien, ese Ego, nacido del "contacto" entre Inconsciente e universo primordial tiene, a su vez, un doble efecto: uno sobre ese universo primordial, transformándolo en el universo físico de nuestro entorno: ¡El universo responde con una "retroalimentación" que hace dotar al Ego de las coordenada espaciotemporales!... El resultado: ese Ego se circunscribe al "presente", porque  indirectamente el Ego, igualmente, produce u origina la llamada "flecha del tiempo" (pasado, presente y futuro). Y en ese "presente" transcurre la "acción" del Ego sobre el universo físico, contribuyendo con la propiedad "consciencia, de la que aparece adornado (consciencia de la medida), a la decantación de las posibilidades que se presentan de cara al futuro, creando así realidad, el propio universo físico. Una dinámica circular de acción y reacción (retroalimentación). Fruto de esa realimentación y a través del Ego, se produce el otro efecto apuntado: el del universo físico sobre el Inconsciente. Con ello el Inconsciente se va nutriendo de nuevos contenidos que alimentan el llamado inconsciente individual de la criatura, también el inconsciente colectivo, etcétera... Curioso: Tal proceso conlleva la sucesiva y progresiva "individualización" del propio Inconsciente (transformación final del Inconsciente en Individuo). Otra consecuencia trascendental de tal dinámica es la "apropiación" de cualidades o propiedades propias del Inconsciente, por parte del universo físico (entorno): ¡El "mundo de cualidades" propio del Inconsciente hace aparición en el entorno de nuestro universo físico!

Con esto finaliza la primera parte del artículo, que proseguirá en la parte II, y en el que se explicitarán y desarrollarán aún más todas estas ideas.

martes, 10 de enero de 2023

El yo y la inconsciencia

 En primer lugar, he de advertir que aunque con título similar, no me estoy refiriendo en el artículo a la obra de Jung.

Existen multitud de artículos en los que ya hacía referencia a la "impronta" de nuestra vida en la totalidad que representa el universo, con su globalidad que incluye su espacialidad y su temporalidad completa. Pues bien, en verdad que en ellos hacía mucho hincapié en el papel trascendental del "presente" como campo en el que el "yo" ejerce su acción, de forma que en cierto modo la vida podría circunscribirse al conjunto de todos los "presentes" que sucesivamente, y hasta la muerte, habría tenido la criatura viva...

Una nueva vuelta de tuerca en ese estudio sobre la vida, y en particular la psiquis del ser vivo (entre ellas la del hombre), creo que representan los razonamientos e intuiciones que ahora expresaré.

Y todo tiene que ver con el papel tan fundamental que el Inconsciente representa en nuestras vidas... Es casi como una corrección de lo que apunté en aquellos artículos precedentes, en los que la voluntad del "yo" del presente se erigía como lo más importante del individuo, lo que marcaba su "individualidad".



Corrijo ahora, creo que la "individualidad" de la criatura viva está relacionada mucho más con el "Inconsciente"... Son clásicos en el psicoanálisis los estudios de Freud y Jung sobre el Inconsciente que le dan suma importancia en la psiquis de la criatura: el Inconsciente es (metafóricamente) el inmenso "cuerpo del iceberg sumergido en el agua"; lo consciente y lo subconsciente solo entran en la pequeña parte de ese iceberg expuesto al aire.

Yo y sí-mismo, bajo la misma naturaleza, no son, sin embargo, lo mismo: el segundo se refiere a la parte reflejada del yo en su interior. El yo, su consciencia, presenta muchos "altibajos", desde los episodios de vigilia al sueño, pasando por escasos momentos de clarividencia, y hasta de casi su supresión en la criatura anestesiada... Sin embargo, no ocurre lo mismo con el Inconsciente. En él existen modulaciones, sí, pero no tan pronunciadas como el los diversos presentes del yo, al albur de la momentaneidad temporal (presente) de la realidad... Y es que, como Freud opinaba, el Inconsciente no está sometido a las coordenadas espaciotemporales en las que de ordinario nos desenvolvemos. Es por ello, por lo que la "individualidad" queda mucho mejor reflejada en dicho Inconsciente: ¡Existe un paralelismo entre "individualidad" e Inconsciente!

Así, me atrevo a afirmar que la "impronta" en el universo de la criatura viva  va pareja al Inconsciente de la misma. El ser vivo "graba" su existencia en la globalidad mundo a través de su Inconsciente: ¡La frontera del universo con el Inconsciente es la "impronta" de una vida, el espejo del Inconsciente (individuo) sobre el mundo, sin la sensación interna del Ser que solo le corresponde a dicho Inconsciente!

El yo del presente construye la realidad del tiempo (pasado-presente-futuro; flecha del tiempo), al decantar con sus acciones las "posibilidades" que se advierten hacia el futuro.

¡El Inconsciente, fuera de la causalidad temporal, no ajeno a la cuántica en su comportamiento, escribe con letras de oro y para siempre, en la globalidad universal, las vivencias de la criatura viva!

MATERIA Y CONSCIENCIA

  El universo de Alejandro Álvarez Silva. Parte   I. Observador del "Hecho Consumado" . Parte  II . Idealismo analítico. Parte III...