domingo, 14 de junio de 2015

Escrutando más allá de la vida.

 
¿Existe una conexión "natural" entre la materialidad del universo que conocemos, y por consiguiente, la vida, y otro tipo de existencia "distinta"?
 
El concepto de Mente Holística de Interconectividad - MHI- propuesto en artículos como "¿Y por qué no?" (ver al respecto la página "Mente global holística" en el Blog Simbiotica), junto a las ideas y procesos revolucionarios relacionados con la aplicación "ad hoc" de la "intersubjetividad" sobre la historicidad de los "hechos" (medidas) en la configuración de la realidad, hace posible, a mi entender, superar la "barrera" de la muerte en base a la pura "esencialidad" de la mente consciente y con ello, posiblemente del individuo.
 
Apunté que la mente global hacía posible la existencia de un "mundo de interrelaciones" sobre el que quedaban constituidos los elementos matemáticos, el cual haría innecesario el mundo neoplatónico de Penrose. En forma abstracta (pero totalmente real), ese "mundo matemático" suponía algo así como la existencia de una "mente global" que incluiría todas las "reverberaciones" que denominamos "elementos matemáticos". Pues, de igual modo, cabría la posibilidad de otro tipo de reverberaciones cualitativamente diferentes que en conjunto formarían compartimentos dentro de esa MHI global. De otra forma, existiría una MHI de la belleza, del arte, de las teorías físicas, etc.
 
En el proceso o funcionamiento "interno" de tales mentes globales, inexcusablemente son precisos el "realizador" de la acción, el hecho (la medida) y la interrelación entre dicho realizador y los demás agentes receptores, percibida como una "reverberación", sentida positivamente tanto por unos como por otros. Así que podemos presumir la existencia de una "globalidad intersubjetiva" MHI, dividida en diversas parcelas independientes, o, indistintamente, decir que existen múltiples MHI relativas a tales características (cualidades) distintas. 
 
Cada criatura dotada de una mente consciente (no especularé aquí sobre la eventualidad de otras mentes animales o las de otros seres vivos menos desarrollados) quedaría interrelacionada, a grandes rasgos, según el esquema o esbozo siguiente
 
Pues bien, estas interrelaciones, por la propia definición de "Mente Holística de Intersubjetividad", supera toda barrera temporal (pasado, presente, futuro), existiendo "reverberaciones" entre criaturas tanto del presente, como del pasado, como del futuro. Eso supone, en cierto modo, una prolongación de la "acción" de una criatura más allá de su etapa vital - al "influir" sobre su futuro, o criaturas del futuro, igual que sobre un pasado anterior a su nacimiento, criaturas del pasado.
 
Y aquí entramos de lleno ya no de una filosofía, sino de una metafísica: inevitablemente el fenómeno religioso en toda su amplitud. La formidable Potencia que llamamos Dios, sin parangón con nosotros, singularmente desde el punto de vista de su eternidad (criatura del infinito), posee tales "conexiones reverberantes" con las demás criaturas, aunque ciertamente bastante especiales, dada su función de soporte o inmanencia de toda la Creación. Ahora bien, es el mismo mecanismo o proceso dentro de la MHI, así que las "reverberancias" o "reverberaciones" de cualquier criatura con la criatura Dios, supone, entonces, una prolongación de la etapa vital de la criatura en la misma "esencia" de Dios: reverberaciones en la MHI matemática, en la MHI de la belleza, en la MHI física, etc. Para la criatura "realizadora" en cada una de las distintas MHI, es un mismo individuo -unicidad- quien "emite", como el símil de una radio emitiendo en distintas frecuencias. La inmensidad del "Cuerpo Místico" divino es uno de los receptores de tales emisiones, pero esa recepción es múltiple -una por cada MHI-, pues llega a distintos "componentes" de ese Cuerpo Místico. Las "reverberaciones" de las distintas MHI emitidas por las criaturas emisoras, caracterizan o definen al individuo que las emite, "percibiéndose" desde el propio ser de cada criatura con un trasfondo de unicidad, individualidad, la base de lo que constituye el "sí mismo". Sin embargo, toda otra criatura ajena o "exterior", receptora de tales "reverberaciones" no percibe tal unicidad de forma directa sino, en su caso, tras un cierto "trabajo abstractivo".
 
Ciertamente, la Criatura Suprema sí tiene la potestad de "reunificar" dentro del marasmo de recepciones reverberantes, a las diversas criaturas emisoras... En otras palabras, existe la posibilidad,  dentro del Cuerpo Místico divino de la recepción de tales individualidades y la "reconstrucción unitaria" de unas u otras de tales criaturas... La perfecta conexión, percibida como una mente global, entre las reverberaciones componentes en cada MHI, hace la apariencia de un ser único, y así es la "realidad de tal sensación", en verdad es ¡un ser único!... De forma que una criatura puede pervivir dentro de esa MHI, eternamente, fuera de la etapa vital -vida- asignada a cada una... Pero la "disgregación" que supone "habitar" en el universo espaciotemporal hace imposible tal posibilidad, que solo se manifiesta en pequeños "lapsus" que acompañan a ciertos estados místicos, o a los "eurekas" de los descubrimientos científicos, de los creadores de arte, etc.
 
Ahora bien, si tal vivencia puede ocurrir dentro del Cuerpo Místico de Dios a la muerte física de cada criatura (lo que en verdad supone la superación de tal barrera, cual su fuera un efecto túnel), no es menos cierto que depende exclusivamente de la Voluntad divina al ser una facultad de Dios. La "reunificación" de reverberaciones equivale a una verdadera "resucitación" como individuo dentro del Cuerpo Místico de Dios, con lo que estaríamos ante la llamada Unidad (Dios) Múltiple(individuos); por el contrario, un dejar estar sin ilación a las mismas, equivale a la "nihilidad", una entrada en la Nada, en espera de un nuevo renacimiento, una nueva oportunidad.


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