jueves, 28 de enero de 2021

Emergencias del momento y pensamiento "elevado"

 "Hay muros y barreras muy de agradecer"

El estoicismo de Séneca, el pensamiento sublime del filósofo Platón y sus miríadas de discípulos e imitadores, tienen mucho que ver con esas barreras de hecho o per se, necesarias para la consecución de eso que llamamos un "espíritu elevado". Me explicaré.


En el fragor de un combate, que admite diversas formas (físico, psicológico, etcétera), no hay espacio para el pensamiento sublime: ¡todas las energías se agotan en la disputa!... Y aún en momentos no tan trascendentes por lo acuciante, múltiples causas nos llevan a los devaneos de la mente, en resumen, pérdidas de tiempo, seguramente mucho más provechosas para otros menesteres... Por eso, en una amplia gama de situaciones, el necesario aislamiento en busca de una causa mejor, precisa de esos "muros o barreras, muy de agradecer" para tal objetivo... Evidentemente, el más sublime, el que más nos define como seres humanos "pensantes", es el del acceso al pensamiento puro, el de observadores de la naturaleza para la extracción de sus leyes, para el entendimiento del entorno universal que nos rodea, impulsados por un espíritu que va más allá de nosotros mismos, de nuestras circunstancias personales, intentando comprender el mundo, adivinando la causa primera de su existencia, de la aparición y mantenimiento de la vida, de la mente, y del lugar que cada criatura o elemento del mundo en él ocupa... Todos sabemos que múltiples causas nos desvían de esa labor (la más excelsa, a mi parecer): drogas, enemigos clásicos del hombre (alcohol, juego, lujuria), alienación de la vida moderna, etcétera... Todo ello hace que el humano rebaje su nivel en dirección a su antigua animalidad (sin menoscabo de tales seres vivos que, en conjunto, se conducen en sentido contrario en su compleja evolución). Así que, sí o sí, las barreras o muros que desempeñan el principal papel de aislarnos a voluntad, en busca de ese santo grial, nos libran de las "emergencias del momento", igualmente necesarias cuando la vida va en ello (como elemento defensivo de la naturaleza), son, pues, de agradecer en la búsqueda y mantenimiento del sublime "pensamiento elevado".

¡Emitamos luz creativa! ¡Cerremos la puerta a las tinieblas y la oscuridad!

viernes, 22 de enero de 2021

"Interioridad" del Ser y el origen de su libertad

Voy a poner un ejemplo que nos lleve a hacer comprender en qué consiste el "impulso" vital origen de la evolución. 


Simplificaremos. Adoptemos un modelo teórico en el que solo existen, digamos, 100 inputs o entradas que controlan totalmente un sistema al que llamaremos "entorno". No existe, entonces, ninguna otra capacidad de "influencia" sobre tal sistema, es decir, que no sean esas 100 entradas citadas, y toda configuración o subsistema que se dé dentro de tal entorno es obra de las mismas y agota, pues, el 100%  de posibilidades, es decir, de posibles resultados dentro del entorno... El modelo edificado por el experimentador y creador de tal modelo comprende, por consiguiente, todas las influencias (inputs) y resultados posibles que se den en el entorno.

Si solo pudiéramos manipular 70 de esos inputs, ya no nos encontraríamos con todos los subsistemas anteriores, sino con solo los construidos como máximo con esas 70 entradas; por ello las clasificaremos con el nivel del entorno que designaremos como del 70%. De igual forma, lo mismo con solo 50 inputs que correspondería en el entorno, usando la misma nomenclatura, con el nivel 50%.  Y por simplicidad, solo definiré los niveles correspondientes a las entradas: 100, 90, 70, 50, 30, 10 y 0. La brevedad es una virtud y el modelo no necesita más.

Ahora y mentalmente, concentrémonos en el inverso del modelo anterior. Si los resultados (subsistemas) del entorno están situados en el nivel 10%, resultados correspondientes a las 10 entradas, habría que preguntarse, ¿cómo, espontáneamente, el sistema puede pasar al nivel 20% (se supone que sin intervención de otro agente externo como el citado experimentador)?... Tenemos el ejemplo de un robot, aplicación de la Inteligencia artificial (IA), que podemos dotarlo de capacidad de "aprendizaje autónomo"... Así, por esta capacidad de aprendizaje, y por puro azar (por tanto, sin influencia externa), sí podría llegarse a ese siguiente nivel en orden creciente, el 20%. Claro está, hemos hecho intervenir el azar, algo que cada vez se va haciendo más improbable para alcanzar los siguientes niveles del 30, 50, 70, 90 y 100 por ciento... Y si, además, el número de entradas del sistema en vez de 100 inputs, fuese muchísimo mayor, como ocurre en la naturaleza, la probabilidad de alcanzar los niveles crecientes serían no más de un infinitésimo que requeriría un tiempo tan extraordinariamente largo, que está fuera, con creces, de lo observado en el universo...

No obstante, se nos podría seguir objetando que un programa de "aprendizaje autónomo" muy elaborado podría ser capaz de llegar al nivel 100%, pero fijémonos en lo que estamos diciendo: el programa de aprendizaje de IA al que me estoy refiriendo requiere, sí o sí, que el creador del mismo sea capaz de concebir hacia donde nos estamos dirigiendo, en otras palabras, un conocimiento previo de esos 100 inputs del modelo inicialmente citado, lo que supone que el experimentador, creador del programa de aprendizaje, es quien en verdad, aunque en diferido, "crea" todo el sistema (la sucesión de niveles), por lo que no hay en absoluto "autonomía" por parte del la semilla inicial que establecimos en el nivel del 10%, para evolucionar a los niveles superiores.

Imaginemos, pues, lo que ocurre en el entorno del complicado sistema que es la propia naturaleza: desde ese nivel 0 que podríamos asimilar a la materia inerte (inicial), por sí sola, por mucho que la IA y los diseñadores de robots, nos quieran convencer de lo contrario, nunca se podrían haber alcanzado los diversos niveles de complejidad que representan los seres vivos de la misma. (¿En eso consiste la ausencia de "mente" en los robots, a la que se refiere la propia IA?)

Solo puede concebirse que debería haber existido una "Potencia exterior" al sistema que hubiera dirigido la evolución en tal sentido... pero, esto es algo que los mismos defensores de la evolución han desechado... Solo queda, pues, una posibilidad, la existencia de un "impulso interno" en el propio ser vivo que impulse tal evolución... , es decir, la "autonomía" en la que radica la "libertad" del ser vivo, y que con su actividad le permite evolucionar el mismo, "crearse en cierto modo"... Yo lo definí con estas palabras: ¡El ser es libre solo y únicamente porque se crea a sí mismo!

sábado, 16 de enero de 2021

Caos y sentido

 Estamos rodeados de caos... Tal es así que se ha creado una ciencia específica para el caos... Muchos fenómenos naturales llevan por fondo esta característica... Ilya Prigogine fue un verdadero revolucionario en la materia, pero ya son legión sus seguidores...


Bien, mas no voy a referirme a estos aspectos de la investigación científica... Voy a referirme a una derivación de ella que toca los temas sociales, y en particular el sesgo personal del individuo como componente de esa sociedad.

El hombre presenta una individualidad, al igual que los demás seres vivos, que indica que estamos ante una "unidad"; una unidad un tanto "dispersa" a veces, pero en conjunto la unidad que supone una criatura, un ser dotado de vida... No solo son las drogas u otros distraimientos los que van en contra de la personalidad del individuo, produciéndole una cierta dispersión que no ayuda a definir al hombre completo y saludable del aforismo: "Mens sana in corpore sano"... Diríase que un caos, cada vez más evidente, rodea al individuo, a la sociedad actual, algo no novedoso desde hace bastante tiempo, pero que hoy con los enormes medios de comunicación e información, se presente con aspectos agobiantes. El hombre parece perderse es ese maremágnum que incita casi a la locura... Ese hombre necesita, cada vez más urgentemente, asideros que ayuden y fomenten esa unidad-individualidad del ser que constituye lo más genuino de la sociedad... Pues bien, en esa dirección conviene, primero identificar y después proseguir la senda elegida... Se me antoja que el hombre necesita de una idea-faro, proyecto de vida al fin y al cabo, que le haga definirse como individuo... ¡la unidad de la propia idea-faro matriz, en la reflexión que siempre existe en toda acción humana (feedback), es la base de su propia unidad-individualidad!... Creo que en ello han radicado desde siempre los sabios consejos de los adalides de la espiritualidad, los creadores de las religiones y las distintas corrientes ideológicas... Es, pues, imprescindible, como digo, identificar esa idea-base, y por consiguiente, el proyecto de vida, persistiendo firmemente en el mismo, algo claramente situado en las antípodas del caos aludido que nos rodea...

Evidentemente, la idea de Dios como centralidad de nuestra vida, fue la antigua solución que permitió al hombre de la época, erigirse por encima del caos, afianzando así su personalidad... Pero, como acabo de decir, esa idea no es la única para la consecución del fin propuesto, sino que cualquier otro "proyecto de vida", suficientemente riguroso para el fin apuntado, es igualmente válido... Si ahora la idea de Dios estuviese infravalorada en ciertos ambientes, es urgente en ellos la búsqueda de esa idea-faro que cumpla los mismos objetivos... El abrumador caos que nos rodea, por otra parte y bien entendido, germen de la "semilla creadora" del azar, se transformaría en algo positivo, pues, al no haber podido sumergir en su seno, algo tan frágil y al mismo tiempo tan extraordinario como nuestra propia personalidad...

El universo por sí, parece adolecer de sentido, al menos en nuestra visión actual, en detrimento del sueño de los sabios (científicos) de encontrar una Ley Universal que lo explique, y de la que se deducirían todas las demás leyes.

Por el contrario, yo creo que ese sentido ausente, debe estar propiciado por las criaturas como el hombre, desde sus incipientes mentes, sus personalidades, reinando sobre el caos, al no arrastrarse bajo el segundo principio de la Termodinámica, sino más bien en sentido opuesto, el bien definido por la Vida: ¡Contra el caos, dando sentido al universo!

jueves, 7 de enero de 2021

Narcisismo y amor

 "Dios ama a sus criaturas"

Sinónimos de "narcisismo": egolatría, egocentrismo, presunción, vanidad, afección.

Antónimos: sencillez, humildad.

Definición de narcisismo: Admiración excesiva que alguien siente por sí mismo.


En la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (2016), la profesora de la Universidad de las Américas (Santiago de Chile), Jacqueline Karen Andrea Serra Undürraga, nos dice:

"El narcisismo ha sido conceptuado históricamente desde la indiferencia (teoría freudiana) a la hostilidad (teoría Kleiniana) hacia los objetos".

"A partir del contraste de Freud y Klein, Kohut desarrolla su propia teoría de la "psicología del sí-mismo".

"Según Kout, sí hay un vínculo con los objetos, aunque, no obstante, es un vínculo que va dirigido a conseguir la sustentación del sí-mismo".

"Los objetos del sí-mismo (self-objects) son objetos que tienen la principal función de sustentar al sí-mismo". (No son objetos externos, pues, propiamente tales.)

Por otra parte, la diferencia entre egocentrismo y narcisismo, es que en el primero se es incapaz de ver el punto de vista de la otra persona; en el segundo, sí sabemos reconocer tal punto de vista, pero no nos preocupamos por él, es decir, no nos importa. (Hay una falta de empatía.)

En el yoísmo, se creen el centro del universo. Intentan proyectar, o bien a través de las redes sociales, o en el comportamiento ordinario, una vida perfecta, placentera y sin defectos, que no admite críticas ni comentarios negativos.

En el narciso el amor/admiración lo dirige el sujeto hacia sí mismo, reconociéndose como objeto en su baja estima, por ello es, también, un desamor hacia sí mismo.

Una persona con autoestima saludable se acepta y ama a sí mismo incondicionalmente.

Y es que el narciso reconoce su propia realidad al verse en el espejo. 

Así, hay una diferencia sustancial entre el narcisismo y el amor, y tiene que ver con la objetivación a la que se dirigen los anhelos. En el primer caso, un objeto que puede ser el sí mismo que aparece (metafóricamente) en el espejo. En el segundo son los sujetos, las criaturas, como individuos independientes dotados de libertad.

Si Dios como Criatura fuera la única existente en el universo, sería un narcisista supremo, pues solo podría admirarse a sí mismo. Dios es amor, por eso convive y ama a las criaturas (dotadas de libertad -individualidad), sus criaturas.

domingo, 3 de enero de 2021

Poesía... la "críptica" puerta

 ¿Lo humano, lo divino?... La poesía es una puerta que se abre a un mundo desconocido, enigmático... mas de alguna forma intuido como valor extraordinario por el hombre.


La poesía no se agota en sí misma... ¡va más allá!

¡La poesía eres tú!, decía Bécquer a su amada... Y yo añado: ¡y tú!, ¡y tú!... pues, anida en el corazón de todos. Toca la fibra más sensible de una amplia capa de la sociedad. ¡En verdad constituye un timbre que remueve nuestros sentimientos, nuestras propias entrañas!

Para el diccionario, se trata de una descripción subjetiva, metafórica y más o menos hermética de una situación o pensamiento, transmitida por un lenguaje también subjetivo; así que se presta a múltiples interpretaciones, teniendo sus raíces en la lírica. Es un género vital en la producción cultural de las naciones.

En mi obra El cierre del círculo, escribo esto acerca de la Poesía:

"Octavio Paz en Los hijos del limo: "el mundo es un poema; a su vez, el poema es un mundo de ritmos y símbolos. Correspondencia y Antología no son sino nombres del mismo ritmo universal".

"El hombre es un eslabón en la cadena de las analogías pero un eslabón en el que la analogía se desvía y comienza a delirar. La ironía y la conciencia de la muerte son dos rasgos exclusivamente humanos y que rompen la analogía universal".

"La poesía existe aún cuando el poeta muere".

"A través de la Poesía y el poder de su Palabra primigenia conseguimos expresar lo inefable, inmersos en el lenguaje poético, igualmente inaprehensible, sin entender logro comprender".

Heidegger "elige a Hölderlin entre todos los poetas, por ser el que mejor ha poetizado sobre la esencia de la poesía".

"Concibe la poesía como un juego de imágenes contenidas en la imaginación, por ello no es producto de la decisión racional o de la deliberación de los medios para obtener un fin programado, el cual tendrá más consecuencias y consiguiente responsabilidad. Se trata, más bien, de un decir contemplativo sin que conlleve la praxis, un nombrar originario que se nutre del lenguaje."

"En este sentido de dejar ser a la realidad es donde mejor se muestra la gratuidad de la poesía, la cual tiene como fundamento el lenguaje. Heidegger señala el dualismo entre el lenguaje cotidiano, dominado por el principio de razón suficiente, y el lenguaje poético, casa del Ser que funda el decir originario. Para él, la palabra es la casa del Ser y la poesía es la instauración del Ser en la palabra."

Heidegger nos dice que "la misión del poeta es liberar el lenguaje de la estructura lógica donde la metafísica le ha situado y recuperar la morada donde habita el Ser y el hombre en su custodia", y es que el Ser se identifica con lo divino; "si sólo el poeta puede instaurar el Ser con la palabra, sólo él es consciente de la ausencia de Dios que domina la vida moderna...". Así propone Heidegger que "la única salida es la consecución de un pensamiento que se adentre en esta ausencia y escoja el camino de ir hacia Dios sin Dios, y esto solo acontece en el poeta y su poesía, que sabe oír la mesura, escuchar el Ser sin imponer su voluntad de dominio sin pensarlo desde su subjetividad". La conclusión de Heidegger acerca de la esencia de la poesía es que, a su vez, es la misma esencia humana."

Y hasta aquí las citas de El cierre del círculo sobre la Poesía.

Lo dicho al principio del artículo, la poesía es una puerta, "críptica puerta", cuyo desvelamiento o franqueo nos introduce en un mundo mágico y extraordinario, la misma esencia del Ser heideggeriano.

MATERIA Y CONSCIENCIA

  El universo de Alejandro Álvarez Silva. Parte   I. Observador del "Hecho Consumado" . Parte  II . Idealismo analítico. Parte III...