martes, 31 de diciembre de 2013

Emergencia de la Empatía.


(De la obra de Antonio Damasio "Y el cerebro creó al hombre")

Nos dice Damasio que el cerebro puede simular en las regiones somatosensoriales estados corporales como si en realidad éstos ocurrieran, pues los percibimos como si así fuera. Y este tipo de "simulación anticipada" tiene ventajas evidentes, que se reflejan, por ejemplo, en el fenómeno de la copia de eferencia, que es lo que permite "que las estructuras motoras que están a punto de ordenar la ejecución de cierto movimiento, informen a las estructuras visuales de las posibles consecuencias de ese próximo movimiento en términos de desplazamiento espacial".

Y es que la simulación de un estado corporal sin producirlo realmente contribuye a reducir el tiempo de procesamiento, ahorrando energía.

Las neuronas espejo son el dispositivo de simulación corporal primordial que amplifica el poder de semejanza funcional.

Si un cerebro complejo puede simular ya no el estado corporal propio, sino el de otro, "se supone que sería capaz ante todo de simular sus propios estados corporales". Es decir, no se habría desarrollado tal sistema de simulación "de no haber sido primero un sistema de simulación del cerebro aplicado al propio organismo".

En opinión de Damasio, "el sistema de "bucle de simulación corporal" presente en cada organismo es el precursor del funcionamiento de las neuronas espejo". Y también: "el hecho de que el cuerpo de un organismo dado pueda representarse en el cerebro es esencial para que se cree una identidad reflexiva". Y es que dado que podemos representar nuestros propios estados corporales, también podemos con mayor facilidad simular los estados corporales semejantes de los demás. Posteriormente, la relación establecida entre nuestros propios estados corporales y la significación que han adquirido para nosotros, se ha trasferido a los estados corporales simulados de los demás, atribuyendo una significación comparable a la simulación, configuración que puede asimilarse a los fenómenos llamados empáticos.

Y sobre la mente consciente decir que, en realidad se ha limitado a hacer cognoscible el know how, o saber de qué forma gestionar la vida. En el proceso de formación de la identidad en la mente consciente subyacen mapas corporales, que también han abierto el camino a nuestra capacidad de conocer el mundo exterior que nos rodea.

Terminamos con las palabras del propio Antonio Damasio: "El cuerpo vivo es el lugar central. La regulación de la vida es la necesidad y la motivación. La elaboración de mapas cerebrales es el activador, el motor que transforma la regulación ordinaria de la vida en una regulación dotada de una mente y, con el tiempo, la transforma en regulación consciente."

(Capítulo III de la obra de Alejandro Álvarez Silva "Empatía y otras cuestiones -En pos de lo inaccesible") 

lunes, 23 de diciembre de 2013

El origen de la empatía.



"El movimiento que conduce de la empatía al acto, discurre a través de las neuronas espejo, usando exactamente los mismos circuitos cerebrales que se ponen en marcha durante nuestra propia experiencia.

Se denominan neuronas espejo a una cierta clase de neuronas que se activan cundo un animal o una persona desarrolla una actividad que está observando ejecutar por otro individuo, especialmente un congénere.

En esta definición hay que destacar:

a) Aunque parece que se refiere a un tipo específico de neuronas, se trata de neuronas del sistema piramidal que se distinguen de las otras neuronas piramidales por su función, y están presentes tanto en primates como en humanos.

b) Se activan con la observación de la actividad que realiza un congénere, por lo que tienen un trasfondo relacionado con la interacción social. Es, pues, un mecanismo de aprendizaje por imitación, al menos entre los simios, puesto que en los humanos hay un gran componente de aprendizaje intencionado.

c) Refuerza la comprensión de la existencia de los demás como semejantes a nosotros (imitamos de su conducta lo que nos interesa), por lo que aumenta la empatía emocional y racional.

La empatía presenta tres aspectos diferentes: 1) Conocer los sentimientos de otra persona (teoría de la mente); 2) Sentir lo que está sintiendo, de forma similar a la que el sujeto puede sentir en la misma situación emocional; y 3) Responder compasivamente a los problemas que le aquejan (comportamiento social).

d) Se las relaciona con el origen del lenguaje humano. Esto parece indicar que el lenguaje humano evoluciona por un sistema de comprensión y realización de gestos implementado en las neuronas espejo, aunque la falta de evidencias directas nos obliga a continuar estudiando el tema desde otras perspectivas.

(Del artículo "Neuronas espejo" del Blog "Arquelogía Cognitiva")

Y de "Neuro-Blog" citamos la referencia "¿Cuál es el origen de la empatía en el cerebro?":

"Aunque nuestro cerebro no posea una gama completa de los diferentes tipos de personas que existen, es capaz de comprender el dolor de cualquiera de ellas. Incluso se puede cambiar la forma en que su cerebro lo hace."

En un artículo publicado en "Cerebral Cortex", la investigadora Lisa Aziz-Zadeh de la USC nos cuenta que orientó su trabajo hacia la investigación sobre cómo el cerebro genera empatía, incluso entre aquellos que difieren mucho físicamente. Según sus resultados, sentimos empatía por alguien cercano cuando, por ejemplo, siente dolor en alguna parte del cuerpo, teniendo su origen en la parte intuitiva sensorial-motora del cerebro. Sin embargo, la empatía que se siente por alguien con quien tenemos menos afinidad tiene su origen en la parte racional del cerebro. Aunque estas partes están involucradas en diferentes grados dependiendo de las circunstancias, parece que tanto la parte intuitiva como la racional trabajan conjuntamente para generar la sensación de empatía. En palabras de Aziz-Zadeh: "La gente lo hace automáticamente".

Aziz-Zadeh y su equipo mostraron vídeos de los trabajos realizados con las manos, los pies y la boca por una persona que había nacido sin brazos y piernas, y también los de un grupo de 13 mujeres con desarrollo normal. Las actividades consistían, por ejemplo, en comer con la boca, o coger un objeto con la mano. También mostraron vídeos de dolor que les producía una inyección en diferentes partes del cuerpo.

Mientras los participantes veían los vídeos, sus cerebros eran escaneados mediante imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI). Con posterioridad, los resultados se compararon, revelando los diferentes orígenes de la empatía.

Aziz-Zadeh descubrió que la persona con amputaciones congénitas, después de ver los vídeos de las diferentes tareas realizadas, también podía realizarlas, pero con partes del cuerpo que no tenía, pues las partes sensorio-motoras de su cerebro estaban fuertemente comprometidas. Por ejemplo, el participante podía agarrar objetos utilizando su tronco y la barbilla en lugar de una mano. Además, si el objetivo que tenía que conseguir era imposible, también se activaban algunas regiones del cerebro implicadas en el razonamiento deductivo."

(Capítulo III de la obra de Alejandro Álvarez Silva "Empatía y otras cuestiones- En pos de lo inaccesible")

jueves, 19 de diciembre de 2013

Ramachandram y las neuronas espejo.




"Las neuronas espejo son neuronas que se activan cuando hacemos algo y cuando se observa a otra persona hacer lo mismo. (También se comprueba en algunos simios, pues precisamente fueron descubiertas por neurocientíficos italianos al estudiar el comportamiento de un macaco).

Según el neurocientífico V. S. Ramachandram, las neuronas espejo fueron claves en la evolución y desarrollo de las habilidades lingüísticas del ser humano, por lo que las considera uno de los más grandes descubrimientos científicos de la historia. En sus palabras: "He especulado también que estas neuronas no solo pueden ayudar a estimular el comportamiento de otras personas sino que pueden ser reviradas hacia dentro para crear representaciones de tus propios procesos cerebrales. Esto podría ser la base de la introspección y de la reciprocidad de la autoconciencia y de la conciencia de los otros. Esta es evidentemente una pregunta de huevo o gallina sobre qué evolucionó antes, pero el punto central es que las dos co-evolucionaron mutuamente, enriqueciendo una a la otra para crear la representación madura del ser que caracteriza a los humanos modernos."

Una neurona que se dispara cuando alcanzo algo y lo tomo, también se dispara cuando veo a Joe alcanzar algo y tomarlo. Es como si esta neurona estuviera adoptando la perspectiva del otro, "como si estuviera realizando una simulación de realidad virtual de la acción de otra persona". O sea, para el cerebro no hay gran diferencia entre lo que sucede en lo que llamamos realidad y lo que sucede en la simulación. No hay una estricta diferencia entre lo que vemos y lo que hacemos, entre lo que pensamos y hacemos e incluso entre lo que hacemos y soñamos. "Solo podríamos distinguir en el grado de intensidad con el que se produce un fenómeno en nuestro cerebro, sin que haya una necesaria hegemonía del acto "real", físico, sobre el acto mental, imaginario -únicamente nuestra riqueza sensorial e imaginativa como límites".

Dice Ramachandram: "Por una parte las neuronas espejo deben estar involucradas en cosas como la imitación y la emulación, ya que imitar un acto complejo requiere que mi cerebro adopte el punto de vista de otra persona. Pero, ¿por qué es importante esto? Si regresas en el tiempo a un punto hace 75 mil años -veamos la evolución humana- algo muy importante sucedió en esa época y eso es el súbito surgimiento y la veloz expansión de una buena cantidad de habilidades únicas del ser humano: el uso del fuego, herramientas, albergues, por supuesto el lenguaje y la habilidad de leer la mente de otra persona e interpretar su comportamiento. Todo esto pasó relativamente rápido aunque el cerebro humano había llegado a su tamaño actual hace 300 o 400 mil años. Lo que sugiero que sucedió fue la emergencia de un sistema sofisticado de neuronas espejo que permitió imitar y emular el comportamiento de otras personas, de tal manera que cuando ocurría un descubrimiento por algún miembro de la tribu, como el fuego o el uso de herramientas, en vez de acabarse ahí se transmitía de forma horizontal a gran velocidad entre la población o verticalmente entre las generaciones. Esto hizo a la evolución lamarckiana en vez de darwiniana. Esta es la base de la mutación y las habilidades complejas que llamamos cultura."

Y continúa: "Si me inyecto anestesia en el brazo para que no tenga sensación y luego te veo a ti siendo tocado, literalmente lo siento en mi brazo. En otras palabras, hemos disuelto la barrera entre tú y otro ser humano. Por eso les llamo neuronas Gandhi o neuronas empatía. Y esto no en un sentido abstracto metafórico: todo lo que te separa de otra persona es tu piel, remueve la piel y experimentarás el tacto de esa persona en tu mente. Has disuelto la barrera entre tú y otras personas. Esto es por supuesto la base de la filosofía oriental. Y es que no hay un ser independiente, desconectado de las demás personas, inspeccionando el universo e inspeccionando a los demás. En realidad estás conectado y no por Facebook o por Internet, sino literalmente por tus neuronas, en esta habitación hay una serie de neuronas hablando entre sí y no hay una verdadera distinción entre tu conciencia y la conciencia de alguien más."

También: "Tienes un paciente con un brazo fantasma que tiene dolor en ese brazo. Lo increíble es que haces masaje al brazo de otra persona y eso alivia el dolor en su brazo fantasma, como si la neurona obtuviera alivio por solo ver a alguien más ser masajeado."

"Ramachandram sugiere que la conciencia humana nació a la par de la activación de un sistema de neuronas espejo (también el lenguaje)", lo que es lo mismo que decir que el gran acto autorreflexivo que es la conciencia, es en esencia un acto colectivo, cocreativo. El destello del primer hombre que toma conciencia no ocurriría en su propio cerebro sino en el cerebro del otro que lo refleja, y en su escuchar se ve a sí misma. Desde su origen la humanidad habría compartido una mente grupal."

(Del trabajo de AlterCultura "Evolución humana", y el Capítlulo III de la obra de Alejandro Álvarez Silva titulada "Empatía y otras cuestiones")

domingo, 15 de diciembre de 2013

Edith Stein y la empatía (IV).


(Del trabajo de Ricardo Gibu "La empatía como problema de constitución en la obra de Edith Stein")

"La empatía, señala Stein, es un acto no-originario semejante al recuerdo, la fantasía y la espera. La no-originariedad de tales actos radica en el hecho de que su objeto no se manifiesta de modo presente (gegenwärtig) u ostensible, sino de modo "presentificado" (vergegenwärtig). Ello significa que su objeto ha sido recogido del conjunto de experiencias almacenadas en el flujo temporal de la conciencia, y actualizado en un acto determinado de la conciencia." Sin embargo, el punto de partida de la empatía es la percepción externa (un movimiento propiamente originario).

El recuerdo es un acto no-originario. No obstante, "el sujeto que realiza el acto de recordar es el Yo originario y presente".

"Cuando el objeto del recuerdo es el yo, éste deviene sujeto y objeto a la vez". "Este introducirse o comprometerse en el recuerdo plantea una capacidad de la conciencia de experimentar la vivencia "desde dentro" y de obtener un conocimiento que no hubiera obtenido de otro modo". "Finalmente se produce la objetivación de lo experimentado".

"En la empatía hay un movimiento semejante al del recuerdo, sin embargo, a diferencia de éste y de cualquier otro acto no-originario el objeto de la empatía es el otro individuo existente y su vivencia". En palabras de Stein: "Ahora la empatía, en cuanto a presentificación, es una vivencia originaria, una realidad presente. Aquello que se presentifica, sin embargo, no es una "impresión propia, pasada o futura, sino un movimiento vital, presente y originario de otro que no se encuentra en ninguna relación continua con mi vivir y no se le puede hacer coincidir con éste."

Nos dice Ricardo Gibu: "El modo como acontece esta presentificación nos introduce a la comprensión de la empatía como acto de constitución del yo. En efecto, a diferencia del conocimiento de los objetos del mundo natural, la empatía nos permite percibir desde dentro la vivencia de "otro yo". En esta comprensión va revelándose aquello que constituye la realidad propia del sujeto humano que ciertamente va más allá de lo sensible."

Aparece, entonces, un esquema nuevo (una nueva síntesis), el que supone la realidad de la otra persona respecto al mundo natural. Dice Stein: "aquí tenemos un esquema que regula el movimiento de la experiencia, es más, tenemos una serie de esquemas. En lugar del esquema "cosa" se debe poner el esquema "cuerpo viviente", constituido por las categorías de la sensibilidad, del movimiento, etc. y eventualmente de la capacidad de expresión."

Escribe Ricardo Gibu: "El esquema "cuerpo viviente" será fundamental para comprender la originalidad de la donación del otro en el acto de empatía y, por tanto, para comprender el modo como se constituye el sujeto en su dimensión psico-física. El primer indicio que tenemos del otro no es ciertamente su vivencia, sino su cuerpo."

A partir de esta percepción del cuerpo vivo (Leib) como realidad distinta del cuerpo físico (Körper) "es posible entender la relevancia del nuevo esquema y sólo a partir de esta experiencia la empatía va comprendiéndose como un acto que constituye el yo" (legalidad de la vida anímica).

Nos dice Gibu: "Este nuevo orden de cosas nos revela el lenguaje de las emociones, los sentimientos, y las intenciones. Si sólo existiera el esquema de las sensaciones seríamos incapaces de una experiencia unitaria de nuestro propio cuerpo (...)."

El sujeto es capaz de distinguirse del conjunto de percepciones "no plenificadas" gracias a "una unidad interior capaz de trascender esa multiplicidad", y gracias al "acto de empatía que a través del "esquema cuerpo viviente" logra constituir su propia experiencia". A partir de tal donación el sujeto se revela como una unidad psico-física que manifestándose a través de su cuerpo, "no se identifica de modo absoluto con él". De tal modo el yo se manifiesta frente al mundo de los objetos naturales, como "punto cero de orientación", único e irrepetible.

El esquema cuerpo viviente no sólo nos introduce a la dimensión psico-física del otro, sino que anuncia una nueva realidad: la dimensión espiritual, la experiencia de la libertad humana."

(Capíulo III de la obra de Alejandro Álvarez Silva "Empatía y otras cuestiones")

jueves, 12 de diciembre de 2013

Edith Stein y la empatía (III).



"En su curso sobre la naturaleza y el Espíritu Husserl había hablado de que un mundo objetivo y exterior sólo puede ser experimentado intersubjetivamente, esto es, por una pluralidad de individuos cognoscentes que estuviesen situados en intercambio cognoscitivo. Según esto, se presupone la experiencia de los otros."

"Los principales trabajos de Stein en donde está presente la temática de la empatía, escritos luego de su alejamiento como asistente de Husserl, manifiestan su conformidad respecto a los presupuestos fundamentales del método fenomenológico".

Dice Stein: "La tarea mayor está aún frente a nosotros: tratar la empatía como problema de constitución".

Y es que la "constitución" está ligada a las síntesis por las cuales la conciencia se representa los objetos a partir de un conjunto de datos diversos. Diversas formas de existencia implican a su vez síntesis diversas,

Se pregunta Stein: "¿Es la conciencia o la realidad la que rige el carácter absoluto del existir? ¿Cuál de los dos ámbitos es el fundamental y cuál su correlato?"

Para Husserl "todo intento de comprender una realidad sin una conciencia es un contrasentido". "En las Ideas se establece que a cada ser le corresponde idealmente una conciencia que lo constituya".

Stein sintetiza así la tesis de Husserl: "Pero qué cosa distingue el mundo real respecto a un semejante mundo posible y qué cosa establece su carácter de realidad? Claramente el hecho de que ese mundo sea experimentado no según la posibilidad, sino precisamente que sea experimentado actualmente. Por tanto la realidad es asignada a una conciencia que experimenta actualmente; si cancelamos la conciencia, cancelamos el mundo."

Afirma Stein que la sensación "no surge (...) del yo puro; no asume en ningún caso la forma del "cogito" con la que el yo se orienta hacia un objeto, y por ello, reflexionando sobre ella me es imposible encontrar el yo". "Si bien se realiza en el sujeto, no encuentra en él su último fundamento. Hay una realidad que se acoge y se mantiene independientemente de la actividad de la conciencia. A través de la sensación se establece un primer nivel de inmanencia cuya característica primordial es la pasividad. En efecto, se puede decir que el sujeto "padece" las sensaciones y no que se orienta hacia ellas libremente. Ello supone una característica fundamental de la sensación, a saber, la ausencia de intencionalidad."

"El vivir es un modo de ser del sujeto. Los contenidos del vivir son el material que está a disposición del sujeto sin el cual es imposible algún vivir."

Pero, ¿cómo es posible trascender la propia experiencia y no obstante, "defender la independencia de los objetos del mundo material"? Precisamente en este punto Stein recurre al argumento de la intersubjetividad. La objetividad de las sensaciones y la percepción, al no ser un bien sólo para el individuo, sino para todos los que la experimentan avala esta intersubjetividad.

Según Stein: "Dos cosas están implicadas en la intersubjetividad de la experiencia: (1) que la experiencia del mundo externo comprende el ser dado de otros sujetos que experimentan -al menos según la posibilidad; (2) que el contenido de la experiencia, a pesar de las diferencias individuales, es idéntico."

Y aquí aparece el papel que los otros sujetos juegan en mi experiencia del mundo: "no sólo aseguran la misma realidad objetiva", sino que, "en tanto que los otros sujetos son capaces de constituir conmigo la experiencia objetiva del mundo, en cierto sentido, también me constituyen".

(Del trabajo de Ricardo Gibu "La empatía como problema de constitución en la obra filosófica de Edith Stein" y la obra de Alejandro Álvarez Silva "Empatía y otras cuestiones")

martes, 10 de diciembre de 2013

Edith Stein y la Empatía (II).


"Un enfoque distinto al desarrollado por Alfred Schütz es posible en la sociología fenomenológica a partir de Max Scheler, Edith Stein y Gerda Walther, a partir de sus investigaciones, por cierto, muy anteriores a las del propio Schütz.

Para los tres autores anteriores "los actos sociales se fundan en fenómenos afectivos".

En "Esencia y Formas de Empatía" Scheler diferencia entre "los grados o modos en los que puede tener lugar la comprensión de las vivencias de otras personas" (diferentes subjetividades): a) "Contagio afectivo (el contagio se produce de forma subconsciente, por ejemplo, al escuchar el llanto o las explicaciones de otra persona -sería un sentimiento propio, no el de otra persona); b) "Sentir lo que otra persona siente" (se siente lo que otra persona siente a partir del "conocimiento de sus vivencias, experiencias, situación personal y contexto", sin que por ello se tenga el mismo estado afectivo que la misma); c) "Sentirse uno con el otro" (al sentirnos en unidad con otro, es posible compartir las mismas vivencias emocionales -identificación completa con el mismo); d) "Simpatía en sentido estricto" (es un "sentimiento en el que nos son dadas de un modo inmediato las vivencias de otra persona").

Por su parte Edith Stein critica las diferentes teorías sobre la comprensión de mentes ajenas como las "teorías de la imitación, asociación y analogía", porque, "niegan la experiencia inmediata de las vivencias ajenas y de la comprensión de los otros". Para Stein, "la empatía es un acto que como vivencia es originario y que nos hace posible captar el contenido de vivencia de otra persona".

"La empatía que describe Stein vendría a constituir una forma muy específica de intersubjetividad en la que las vivencias de otros se nos hacen accesibles en su originariedad".

Gelda Walther es, dentro de los fenomenólogos, "la autora que más ha tratado la temática de la esencia de los actos sociales". Su tesis principal es que "no todo grupo humano o asociación de sujetos constituye una comunidad social". Para que exista una comunidad social deben cumplirse tres condiciones: a) "Los miembros de la comunidad deben tener conocimiento los unos de los otros"; b) "Debe existir entre los miembros de este agrupamiento una interacción"; c) "Los miembros de la misma deben compartir un mismo sentido" -sentimiento de pertenencia-. Pero este sentimiento de pertenencia a un grupo debe diferenciarse de los otros actos afectivos de carácter social descritos por Scheler y Stein: "la empatía, el sentir lo mismo que otro, la simpatía y el contagio afectivo".

Nos dice Ingrid Vendrell en su magnífico trabajo titulado "Simpatía, empatía y otros actos sociales: las raíces olvidadas de la sociología fenomenológica": "Las obras de Scheler, Stein y Walther lejos de desacreditar la fenomenología en el terreno de las ciencias sociales, muestran más bien el valor que puede tener la mirada fenomenológica para nuevos desarrollos de una sociología fenomenológica".

(Capítulo III de la obra de Alejandro Álvarez Silva titulada: "Empatía y otras cuestiones -En pos de lo inaccesible") 

sábado, 7 de diciembre de 2013

Edith Stein y la empatía (I)



(Del trabajo de Elena Lugo titulado "Edith Stein: Empatía, responsabilidad, moral y Dios")

Nos dice Elena Lugo: "Stein describe el acto de empatía en su pureza como un acto primordial en cuanto a su experiencia actual (ya que soy yo en acto intencional experimentando al otro), pero a su vez no primordial en cuanto a su contenido (la conciencia del otro no es la mía)".

Tres fases son las que articulan la experiencia empática: "1. La otra persona se presenta como objeto de la concincia (veo la tristeza del rostro); 2. Surge una atracción hacia la otra persona y tomo su condición como propia (asumo la tristeza como mía); 3. De nuevo el otro se me presenta como objeto de experiencia pero ahora puedo entender la experiencia del otro." Para Stein la empatía ni es una percepción ni una posición neutral, tampoco una inferencia por analogía, sino un acto único "que consiste en experimentar una conducción de parte de la experiencia de otro", como una intuición interna. En palabras de Edith Stein: "El sujeto se la experiencia empática, no obstante, no es el empatizante, sino otro. Y esto es lo fundamentalmente nuevo en contraste a los actos de memoria, expectativas y fantasías de nuestras experiencias propias. Estos dos sujetos están separados y no unidos por una conciencia de igualdad o continuidad de experiencia. Y mientras que yo vivo en la dicha del otro, yo no siento una dicha primordial... Este otro sujeto es primordial aunque yo no lo experimente como primordial. En mi experiencia no primordial yo me siento, por así decir, conducida por un sujeto (sujeto/experiencia) primordial no experimentado por mi pero sin embargo allí manifestándose en sí mi experiencia no primordial."

Y también: "... empatía es un acto de percibir sui generis... es la experiencia de una conciencia ajena en general, independientemente del tipo de sujeto experiencial o del sujeto cuya conciencia se experimenta... Así es como los seres humanos comprenden la vida psíquica de sus semejantes."

"Si yo experimento un sentimiento como propio a otro, yo lo recibo doblemente: uno primordial como mío y de nuevo no-primordial en empatía de lo originalmente ajeno. Precisamente lo no-primordial de la experiencia empática me motiva a rechazar el término "percepción interna" para la comprensión de mis experiencias y de las ajenas... lo que tienen en común puede decirse mejor (como) intuición interna."

Stein revela al otro como individuo psico-físico, y más adelante como persona-espíritu.

"El cuerpo como vivencia circunscribe un "punto Cero" de orientación que sirve de referencia a mi cuerpo y a todo lo que le rodea. Para efectos del tema principal -empatía- reconocemos que el sujeto psico-físico solo se percata de su cuerpo viviente (Leib) en cuanto también cuerpo físico (körper) semejante a otros cuerpos cuando por vía de la empatía experimenta que su "punto Cero" de orientación es un punto del espacio igual que otros puntos."

En palabras de Stein: "En virtud del hecho de que las sensaciones pertenecen esencialmente a un "yo", siempre se da el yo "ajeno" conjuntamente a la presentación constitutiva del cuerpo ajeno. La comprensión de experiencias ajenas -sean estas sensaciones, sentimientos- es una modificación de la conciencia diferenciada pero a la vez unitaria y típica a la cual llamo empatía."

Según Elena Lugo, Stein  nos prepara para la captación de la persona-espíritu al señalar que la empatía funciona "a modo de base no solo de la intersubjetividad sino de la presentación de un mundo común". Dice Stein: "El mundo percibido y el mundo dado empáticamente son el mismo mundo visto diferentemente. No es sólo el mismo visto desde varios ángulos o el mismo en serie sino simultáneamente. Así la empatía como base de la intersubjetividad (experiencia intersubjetiva) se convierte en la condición de la posibilidad para conocer la existencia de un mundo externo, tal como Husserl y Royce lo presentan."

Para Stein la realidad de otros persona-encarnada o individuo psicofísico y persona-espíritu no es en primera instancia un problema de fenomenología trascendental (Husserl) sino de orden óntico-axiológico: "el ser-para-otro fundamenta la empatía, aún si ésta esclarece fenomenológicamente el vínculo".

"La persona es espíritu en cuanto sujeto de experiencias, de valores en configuración significativa, lo cual Stein llama: motivación en distinción o causalidad natural. Sólo la persona en cuanto espíritu -en su correlación de valores- trasciende la individualidad y se vincula empáticamente en cognición y afecto en otras personas."

En palabras de Edith Stein: "Tal como las cosas naturales tienen su estructura natural subyacente, así como de hecho las formas espaciales empíricas son realizaciones de formas geométricas ideales, también hay una estructura esencial del espíritu y tipos ideales. Las personalidades históricas son realizaciones empíricas de tipos. Si la empatía es la conciencia perceptual en que las personas ajenas se dan a nosotros, entonces es conocimiento eidético de la naturaleza."

Nos dice Elena Lugo: "La experiencia del otro recusa toda imposición objetivista, toda asimilación del otro al nivel del objeto. En la experiencia del otro está involucrado el reconocimiento de otra perspectiva distinta de la mía pero necesaria. Para Edith la constitución de la propia persona en cuanto tal y la del otro en su carácter único responde al respeto por la originalidad ajena pero a la vez a la comunión en el orden de valores."

Stein escribe: "Tal como mi persona propia es constituida en actos espirituales primordiales, así la persona ajena es constituida en actos experienciales de empatía. Yo experimento todos sus actos como procediendo de una voluntad y estos a su vez, de un sentimiento. Simultáneamente  a ello, a mí se me presenta un nivel de su persona y un horizonte de valores en principio experimentados por él. Est, a su vez, motiva significativamente la expectativa de voliciones y actos posibles en el futuro."

"Considero a todo sujeto que comprendo empáticamente como experimentando valores, personas cuyas experiencias se entrelazan entre sí formando una totalidad significativa e inteligible. En cuanto de su estructura experiencial puedo traer a una intuición plena (empatía) depende de mi propia estructura (persona). En principio, toda experiencia ajena que permita derivarse de mi estructura personal puede darse a plenitud aun si mi estructura personal no se ha desarrollado."

"Puedo experimentar valores empáticamente y descubrir correlaciones con niveles de mi persona, aun si no he tenido experiencia primordial de estos valores".

Remata Elena Lugo: "Edith expone una concepción de todo lo creado como imagen de Dios. Los seres humanos se muestran como reflejos de Dios quienes en cuanto sujeto-alma-encarnado-persona, conocen, sirven y aman para hacerse libres en el espíritu divino."

(Capítulo III de la obra de Alejandro Álvarez Silva "Empatía y otras cuestiones")

martes, 3 de diciembre de 2013

Psicología introspectiva.


"La teoría de la empatía o autoobjetivación es considerada la producción más importante de Lipps. "Lo esencial de ella es la proyección del propio sujeto fuera de nosotros, en lo que comprendemos, en lo que se revela por la percepción, fenómeno que se halla en el conocimiento de los objetos, en la representación de los otros sujetos y en la actividad estética y social".

Según Lipps, "hay tres dominios del conocimiento: el de las cosas, el de mí mismo y el de los otros Yo. El primer conocimiento tiene como fuente la percepción sensible; el segundo, el de la percepción interna"; y la fuente del tercero es la empatía. Pero la empatía tiene "una significación que excede con mucho de los límites del conocimiento". La empatía consiste en que "cuando apercibo un objeto, experimento como perteneciente a él o como hallándose en este objeto apercibido, como un componente del mismo, un determinado modo de mi conducta interna". "En la empatía el sujeto es receptivo".

La proyección del sujeto fuera de sí mismo tiene diferentes formas, según los objetos que suscitan la empatía: 1) empatía general aperceptiva; 2) empatía de estado de ánimo; 3) empatía aperceptiva condicionada; 4) empatía suscitada por la apariencia sensible de los otros sujetos; 5) empatía estética, y 6) empatía ética y práctica.

Todas estas empatías pueden ser tanto positivas como negativas.

"Una forma de la empatía general aperceptiva es el ritmo, que hace simplemente de la proyección de la marcha de nuestra apercepción en lo apercibido en la estructura de un ritmo. Otro caso es la llamada unidad de las cosas, unidad que no es más que nuestra unidad de conciencia proyectada en aquellas."

"En la empatía de estados de ánimo se proyectan éstos en una impresión de color o de sonido. Casos conocidos los tenemos en l contemplación del paisaje o la audición de la música."

Y respecto a la empatía condicionada: "No sólo la gravedad, sino también la solidez, la dureza, la blandura y todas las fuerzas y acciones y pasiones en el mundo de las cosas surgen sólo en él por la empatía".

La 4) empatía suscitada por la apariencia sensible de los otros sujetos es la que nos proporciona el conocimiento de los otros sujetos. De los otros sujetos conocemos la expresión de su vida mental psíquica (gestos, ademanes, etc.), pero, ¿en virtud de que proceso psíquico?... Suele responderse que en virtud del razonamiento por analogía, ahora bien, Lipps piensa que esta teoría de la analogía es imposible, por dos razones: 1) porque "hay muchos movimientos y fenómenos corporales expresivos que no son conocidos primero en nosotros y después en los otros, como supone la teoría"; 2) "no hallamos en el proceso del conocimiento de los otros sujetos un razonamiento por analogía" (ejemplo: la cólera existe en otro sujeto y se expresa en el gesto que recibo, sin analogía en la experiencia propia).

Afirma Lipps que la base del conocimiento de los otros sujetos se halla en una cuarta forma de empatía, a saber: en la empatía suscitada por "la apariencia sensible del hombre, por su apariencia visible y audible". Y las notas características que la diferencian de las otras clases son que "se la designaría mejor con el término autoobjetivación, esto porque lo proyectado es todo el Yo con sus maneras de actividad, no su sentir", y "no es la actividad presente, sino un recuerdo, lo que se proyecta en la apariencia sensible del hombre".

Esta empatía, como las otras, reposa en un instinto que incluye; "por una parte, el instinto de expresión de vida o de notificación de procesos internos por procesos corporales y, por otra, el instinto de imitación externa". 

De la empatía surge la admisión de una pluralidad de sujetos. "El Yo propio objetivado, o el Yo ajeno producido por autobjetivación, aparece inmediatamente como objetivamente real". Este hecho hace de la empatía fuente de conocimiento.

"El instinto es el fundamento general de todo nuestro conocimiento de la realidad", pero hay que depurarlo con la "sumisión a las leyes de la razón o la ley lógica".

En la empatía estética, sea real o no, se proyecta tan sólo el sentimiento. Por el contrario, la ética y la práctica exige la realidad de aquello en que nos proyectamos y es la base de todo el altruismo y toda la organización social.

"El juicio es una forma de la apercepción; a saber: la forma interrogadora, y su esencia está para Lipps, como para Brentano, en el reconocimiento o no reconocimiento, en la aceptación o repulsa; en Lipps, en particular, de una exigencia, o sea de una relación de objetos."

El juicio de carácter práctico de adecuación a nuestros fines es el juicio afectivo o de valor."

(Del trabajo de J. Vicente Viqueira "Psicología Contemporánea" -Torre de Babel- y de la obra de Alejandro Álvarez Silva "Empatía y otras cuestiones")

MATERIA Y CONSCIENCIA

  El universo de Alejandro Álvarez Silva. Parte   I. Observador del "Hecho Consumado" . Parte  II . Idealismo analítico. Parte III...