lunes, 23 de octubre de 2023

La segunda manifestación de la naturaleza/universo (Know how)

 "Ciencia no, conocimiento sí".

Un conocimiento obtenido no por el característico método científico de "prueba y error", o de contraste o "falsabilidad" de hipótesis bajo el lema de la objetividad -análisis externo al investigador, u observador-.

La enorme subjetividad del individuo al abordar un estudio de esta segunda manifestación (asimilable al "mundo de cualidades") hace inviable la vía anterior, por ello se sustituye "ciencia" por "know how", por comportamientos, realidades que anidan en el fondo de cada conciencia: "el campo de estudio se reduce a nuestra interioridad, una subjetividad que aspira en lo modos y como límite a una "intersubjetividad" más o menos lejana".

Desde este preámbulo, también es posible emitir hipótesis, pero su "falsabilidad" no puede abarcar los propios propósitos establecidos por el eminente Karl R. Popper en su obra "La lógica de la investigación científica", pues como acabo de decir, el campo de prueba solo abarca (nada menos) nuestra propia interioridad, nuestro sí-mismo, que solo puede "medir" cualidades, no cantidades, y ese es el gran margen de error en el que nos movemos... Aquí la empatía posee un importante papel: ¡lo siento por sociópatas, u otros personajes mermados en cuanto a tal virtud!

Una hipótesis que ya propuse recientemente en el artículo "La punta de lanza en la construcción del ser": "La proa en la construcción del ser lo representa la evolución como fuerza original, es decir, la primera manifestación de la naturaleza (materialidad)".

Esa evolución es la potencia capaz de abrir diferentes posibilidades, que son materializadas por el entorno, o por la elección de los observadores... Y ese avance en los sistemas orgánicos ("kuerpo"), provoca la aparición de nuevos "elementos", cualidades/sensaciones, dentro de la segunda manifestación; no es una "emergencia" desde la primera manifestación, todo lo más una semilla que produce la "reacción" de ese "mundo de cualidades" (segunda manifestación), concretada en la aparición de nuevas cualidades/sensaciones en tal mundo, y que solo se manifiesta en los "kuerpos" de cada organismo: sensaciones, emociones, pensamientos, voluntades, y un amplio etcétera.



La primera manifestación, pues, es como la "lanza" que dirige la inseminación en la segunda manifestación, creando en su seno nuevos elementos/ cualidades... un mundo aparte del material, con sus propias leyes, entre las que no figura la limitación temporal vigente en la primera manifestación, tanto en la pura materialidad como en la interface psiquis/mente, tan unívocamente relacionada con la anterior.

Entonces, a "bote pronto" (permítaseme tal expresión), se me ocurre que todo ello tiene su trascendencia, y no pequeña, sobre la pertinaz pregunta que acompaña a nuestro espíritu desde que somos humanos: ¿Qué hay después del óbito?

Como prolongación de los razonamientos que acabo de exponer, en la segunda manifestación, sus elementos no estás sometidos a evolución: "son como son en eternidad"; una vez creados no hay constancia de su desvanecimiento... , sí en el "kuerpo" de cada criatura, pero "disponible" para cualquier otro "kuerpo" poseedor de la misma estructura (léase lo expuesto en otros artículos de mi autoría, sobre "sincronicidad", sensaciones comunes entre gemelos, etcétera). Entre el sin fin de "elementos" de la segunda manifestación, uno sería la sensación/sentimiento de individualidad/sí-mismo de cada criatura... El conocimiento que  proporcionaría el "know how" aplicable al respecto, afianzaría la idea de "perdurabilidad"... Nada más podríamos decir al respecto: ¡Al menos eso es lo que habría después del óbito, una prolongación "ad eterno" de la sensación/sentimiento de ser uno mismo!

Sigo diciendo: ¡Un nuevo mundo de nuevas capacidades se abre ante nuestros ojos!

lunes, 16 de octubre de 2023

Correcciones a la obra "Consciencia y sensación"

 En mi obra Consciencia y sensación establecí que la "sensación" era una propiedad más de la materia, aserto que aunque no del todo falso, sí habría que hacer ciertas precisiones al respecto que se me antojan fundamentales.

La segunda manifestación de la naturaleza/universo ("sensación"), no "adorna" a la simple materia como tal, sino a las estructuras/organismos construidas con ella.

Las manifestaciones no se refieren a la dualidad materia/sensación, sino a lo que verdaderamente constituye un ser vivo o ser/criatura en general: dualidad estructura (material)/sensación.

Y es que son tan básicas y fundamentales tanto la primera manifestación como la segunda, y ninguna de las dos, en principio, da a luz a la segunda, es decir, de ninguna de ellas "emerge" la otra.

Por eso, en la creación del mundo, el universo, nos hemos olvidado de la mitad del acontecimiento.

La Ciencia estima que el universo se creó a partir de un punto de densidad infinita (o casi) que explosionó, y al que llama Big Bang. Acontecimiento que se refiere a la materia-energía definida en la Teoría de la Relatividad General tan brillantemente presentada por el genio alemán Albert Einstein.

Todo ello se referiría a la primera manifestación (materia) del universo. Desde ese mismo momento se crearía, también, el tiempo y el espacio. No se dice nada de una posible fase  o estado "precedente" del universo... Solo hay especulaciones.

¿Y la segunda manifestación?... siendo tan prístina u original como la primera... ¿Qué hay de su origen?



Creo que se planteó mal la cuestión... Big Bang o no, las leyes del universo existen, alguien o algo las estableció, y dichas leyes comprenden no solo las que afectan a la primera manifestación, sino a la totalidad que incluye, también, la segunda manifestación... Que se expresen o no depende de las circunstancias, que para la primera manifestación, se supone que fue desde el Big Bang, pero la segunda, lógicamente, desde la aparición de cada ser, cada estructura material (organismo, Kuerpo- la ampliación del propio concepto de cuerpo que propuse en artículos anteriores) que apuntara hacia la vida... Pero tengo que establecer de una forma clara, nítida, algo que me parece esencial: "la materia (ampliada o no) no es la precursora de la segunda manifestación"; es decir, no hay ninguna "emergencia" que desde la primera manifestación dé a luz a la segunda. ¡Ambas son básicas y fundamentales en la "completitud" del mundo!

Si al principio solo existía un caos, la Nada, en ella pululaban indivisiblemente ambas manifestaciones. El tiempo, la evolución, fue la chispa que inició la diferenciación, la aparición de los seres desde el Alfa al Omega... pues ¡quién sabe hacia qué maravilloso y trascendental futuro nos conducirá!

No puede haber una manifestación sin la otra: una dirigida hacia el exterior (objetividad); y otra hacia el interior (subjetividad). Dos aspectos de la misma realidad, cual la onda y el corpúsculo.

Como en la sociedad actual, estamos ante lo práctico lo rentable, hay que asegurar el retorno de los medios gastados o consumidos en la consecución de los adelantos técnico/científicos, por eso se nos dirá, principalmente por el científico/investigador que, ¿para qué aportar esfuerzos en el estudio de la segunda manifestación, si aportando estos mismos medios a la primera manifestación obtenemos los mismos beneficios?; es decir, si cuantificamos y establecemos leyes prácticas para la obtención de los mismos resultados, parece superfluo dedicar tiempo y dinero a algo, en su opinión, casi metafísico (especulativo).

¡Si el estudio de la "conciencia" no es una prioridad para el nivel cultural e intelectual del hombre actual, que venga Dios y lo vea! Es necesario para la salud psicológica de la criatura humana, para la filosofía pura que inició la andadura científica, para... como expresé en uno de mis últimos trabajos, "el buen morir"... No olvidemos que al final, lo único verdaderamente importante para el individuo, es su presentación, sin bagajes de ningún tipo, ante la omnipotencia divina.

Siempre fue la aspiración del filósofo recorrer el camino que conducía al sí-mismo; ahora sigue constituyendo la meta final no ya del filósofo, sino de cualquier individuo que se considere humano.

miércoles, 11 de octubre de 2023

¿Qué es la segunda manifestación del universo o de la naturaleza?

 No voy a enumerar nuevamente los últimos escritos sobre el tema, aparecidos en este Blog y en el Blog Foro Esencia. Los doy por leídos, así que trataré de explicar mejor el concepto de la segunda manifestación en la naturaleza. No voy a dar clases de fisiología en este momento, pues todos conocemos lo que es un órgano que realiza una función en una criatura viva.

En una agrupación de células que conforman un órgano su principal característica es su funcionalidad, es decir, la función para la que nació o se perfeccionó en la evolución biológica. Pues funcionalidad implica una "sensación" que recae, adorna o impregna todo el órgano, y también la criatura que lo posee. Y en eso consiste la hipótesis que elaboré y describí en los artículos citados. La agrupación de células presenta el aspecto de la materialidad sometida el imperio de la físico-química clásica, por eso la llamo primera manifestación de la criatura viva. La "sensación" (tomada en un sentido muy amplio, pues comprende emociones, sensibilidades, etcétera) pertenece a lo que llamé la segunda manifestación. Lo que afirmo en mi hipótesis es que primera y segunda manifestación son inseparables: pertenecen al mismo órgano, a la misma criatura. Sería algo así como el yin y el yang del mundo oriental. No se presenta el uno sin el otro, como si fuera una dualidad, salvando las distancias, tal como la onda y la partícula en Física, aunque la expresión de una de ellas no anula a la otra.



Quiero llamar "Kuerpo" y no solo "Cuerpo", al conjunto de células que forman el órgano, por que no solo comprendería las células en sí, sino también el conjunto de "relaciones" entre las mismas: neurotransmisores, etcétera.

Y aquí me ciño no solo a la materialidad más visible (cuerpo), sino al conjunto completo Kuerpo... Pues bien es ese órgano o criatura con la funcionalidad o funcionalidades citadas las que se ven impregnadas de lo que he llamado "sensación", un elemento correspondiente a la segunda manifestación de la naturaleza, segunda manifestación que tiene su campo de aplicación sobre la materialidad Kuerpo de la criatura o individuo en cuestión.

No es la dualidad materia-sensación, sino Kuerpo-sensación. Es decir una forma elaborada de la materialidad, un sistema complejo dotado de vida, por ello hago mucho hincapié en la naturaleza, como maestra en la conformación de los seres a través de millones de años de evolución. Vuelvo a repetir lo que asiduamente manifesté en numerosos escritos: la vida es un aglomerado de información (ADN) y sensación.

Y precisamente los "elementos" pertenecientes a la segunda manifestación tienen propiedades muy distintas a las del mundo de la primera manifestación (materia). Una de ellas y muy fundamental, la individualidad, o la identidad, pertenencia a un mismo cuerpo de todos los elementos que conforman el órgano o la criatura, una especie de sentimiento interno de tal pertenencia. Un Kuerpo "aunado" por una sensación.

Todo ello quiere decir que a igualdad de elementos del Kuerpo, aparece una sensación común en cualquier criatura que los poseyera... Pero es tal la enormidad de posibilidades de conformación, entre las que interviene la herencia, las circunstancias externas del ambiente, etcétera, etcétera, (mucho menor es el número de granos de arena de la playa. o de estrellas del universo) que es casi imposible la aparición de dos criaturas con el mismo Kuerpo; ahora bien, sí pudieran guardar cierta semejanza que vendría determinada por las leyes o mejor lo que he llamado Know-how, del mundo de la segunda manifestación. Es de suponer que también aquí al igual que en el mundo físico, no exista continuidad, sino niveles que proporcionen distintos elementos o sensaciones.

Una consecuencia de todo ello podría ser el poder explicar el fenómeno tan sorprendente, quizás no tan especulativo, como el que el físico Pauli y el psicólogo Jung llamaron "sincronicidad", entre acontecimientos observados o sentidos por individuos distintos en espacios y tiempos diferentes, es decir, "acausales"; agrupaciones de elementos de la primera manifestación formando Kuerpos parecidos lo haría posible... Semejante explicación serviría para dar cuenta de las conexiones inexplicables entre las sensaciones y emociones percibidas por mellizos, gemelos o siameses. En ello consistiría la Ley de semejanza que establecí, tiempo atrás, entre la forma o complejidad de los organismos vivos y sus sensaciones.

El origen de todo, como ya expliqué, sería una especie de panpsiquismo, pero iría mucho más allá.

Para no complicar más el entendimiento sobre los conceptos que acabo de proponer, prefiero hoy dejar en suspenso la ciencia humana de la robótica, por contra, acudiendo al enorme laboratorio de la naturaleza con esa evolución que creó vida basada en la continua retroalimentación, es decir, la acción continua sobre sí misma en los cuerpos, algo que la ciencia actual es incapaz aún de realizar. Esto ha sido definido recientemente en la expresión de que "la ciencia ha sido capaz de imitar lo difícil, pero incapaz de replicar lo fácil" (lo inconscientemente construido por la naturaleza).

MATERIA Y CONSCIENCIA

  El universo de Alejandro Álvarez Silva. Parte   I. Observador del "Hecho Consumado" . Parte  II . Idealismo analítico. Parte III...