viernes, 15 de julio de 2022

El paraíso terrenal

 El paraíso terrenal: ¡El planeta Tierra!

Sí, la Tierra es el "paraíso terrenal" para la "estirpe humana"... Y recalco, "para la estirpe humana"... Ni hombres buenos, ni hombres malos... No hay "moralidad" en lo que digo, simplemente "la estirpe humana".

Después de ir conociendo (tímidamente aún, pero numerosos en conjunto: más de varios miles) la existencia de planetas extrasolares, es decir, de más allá del Sistema Solar, por el tipo de instrumentos usados en su búsqueda y localización, son mayoría los planetas gaseosos al estilo de Júpiter o Saturno, pero aún los rocosos (tipo Marte o la Tierra), con los conocimientos actuales, solo pueden albergar vida los situados en una zona muy limitada y concreta de las órbitas de la estrella sobre la que rotan... Pero son muchas las condiciones necesarias para que cualquiera de tales planetas pudieran poseer vida (bacteriana o más elaborada). Aparte de que la propia definición de vida, sigue siendo un problema científico a resolver de primer orden, pues pequeñas variaciones en los factores que concurren en su aparición traen consigo, previsiblemente, tipos de vida que se antojan extraordinariamente variables; solo hace falta ver la diversidad de especies (millones) que se dan en la Tierra, dentro de un margen o variación de dichos factores que no parecen ser demasiado extremos... Pero no solo hablamos de unos pocos factores o condiciones que hagan posible la vida, sino que pudieran ser muchos más, quizás bastantes, y no solo la gravedad, la atmósfera, la existencia de agua, la temperatura, etcétera, existentes en tales planetas que pudieran sustentar vida; hasta la deriva de los continentes, a la existencia de satélites adecuados, o sea, un largo etcétera.

Pero lo principal no es ya la posibilidad de vida que, por cierto, sigue siendo una desconocida en su totalidad, sino: ¿Qué tipo de vida?... Y es que la evolución nos ha enseñado que los organismos vivos en la Tierra, se han ido adaptando a las diversas circunstancias, cataclismos, etcétera, es decir, a la historia geológica, climática, etcétera, del planeta... En otras palabras, toda esa historia, ha "esculpido" la diversidad genética de las especies que viven y han vivido en cada uno de los períodos geológicos que han ido sucediendo, hasta llegar a la realidad actual (millares y millones de especies), en la que es evidente el predominio tecnológico, para bien o para mal, de una de esas especies, el "Homo sapiens".

Y todo se ha comportado como el símil de una puerta con su cerradura, y su llave correspondiente: ¡la vida en la Tierra es el resultado de una evolución sobre un entorno (la puerta) para producir unas especies específicas para ese entorno (las llaves). De forma que la vida terrestre está tan intrincadamente superpuesta al mismo planeta, como la "puerta y su llave precisa"... una coevolución inseparable una de otra... Y en cada planeta extrasolar (casi sabemos con seguridad que en los demás planetas del Sistema Solar, no puede existir ninguna vida tan evolucionada como la nuestra) debería suceder lo mismo, es decir, en cada uno de estos planetas la vida habrá evolucionado de forma tal, que sus especies tendrían una "conexión íntima" con las circunstancias especiales del mismo, en otras palabras: ¡esa vida podría fácilmente ser incompatible con nuestro entorno terrestre!... ¿De qué valdría llegar en el futuro a planetas donde prácticamente no podríamos vivir?... ¡La vida se desarrollaría en "cápsulas" aisladas del entorno de dichos planetas!... y para mí tal vida "artificial" no me parece nada sugerente... ¡Sería algo así como vivir en el espacio interestelar por siempre, no como el "Homo sapiens" (con nuestra condición de simio avanzado) sino, más bien, como "Homo errante" (me recuerda al "holandés errante)!


La derivación con respecto a los posibles "viajeros del espacio" que nos visitasen sería que no somos en absoluto "apetecibles" para que nos invadan, en un mundo en el que les sería muy difícil vivir (de forma "natural", a su consideración). No habría que desechar, entonces, que los posibles viajantes fueran, más bien, autómatas, o simples naves de observación.

Así que, habría que añadir. entonces, tal nuevo factor a la ecuación de Drake respecto a la improbabilidad de los contactos con otras inteligencias extraterrestres. (Por cierto, el descubrimiento de América, con la introducción del hombre europeo en civilizaciones desconocidas como la Maya o la Inca, existentes entonces en la zona, es muy mal ejemplo al respecto: ¡se desarrollaban en el mimo planeta Tierra).

Por ello, recalco con rotundidad el imprescindible y necesario cuidado de nuestro planeta Tierra, nuestra cuna y nuestro futuro más probable y previsible. Desde tal punto de vista, pues, la Tierra es el mejor regalo que tenemos para vivir, es decir, aquello que desde siempre se asemejaba al "Paraíso terrenal" de nuestras mitologías, limitado como la Tierra y el propio hombre, pero sí de este mundo.

MATERIA Y CONSCIENCIA

  El universo de Alejandro Álvarez Silva. Parte   I. Observador del "Hecho Consumado" . Parte  II . Idealismo analítico. Parte III...