lunes, 29 de mayo de 2023

Voluntad de... ¿trascendencia?

"Goodbye my body".

La ciencia es lo más básico en estos tiempos... El oscurantismo, la magia cedió paso a la luz, al pragmatismo, al objetivismo científico: La búsqueda más inmediata debe ir en esa dirección, pero ¿no estaremos dejando de lado algunos otros hechos que pudieran dar más consistencia a la realidad humana, al conjunto de hechos y acontecimientos que en su conjunto, aún parecen que nos desbordan?

Es cierto que después de décadas de estudio sobre la conciencia y otros fenómenos de lo más normal relacionados con la mente y la vida, no solo humana, sino animal en general, no se ha llegado a comprenderse en su totalidad, ni siquiera básicamente, su naturaleza, su trascendencia en el acontecer humano... Necesitamos un revulsivo, un cambio de perspectiva que nos sitúe con certidumbre en el frontispicio de su desvelamiento, y ello con pasos firmes, sin el devaneo continuo al que estamos acostumbrados y que conduce, lamentablemente, a una introducción en el mar de niebla en que nos encontramos, cuya única luz hacia adelante lo representa la bioquímica y la neurociencia, que necesitan de un tercer apoyo para el desarrollo global del volumen de conocimiento necesario para abordar el enorme desafío que representa la consciencia.

Un nuevo pilar que afiance y catapulte los dos anteriores, por encima de prejuicios históricamente demasiado debatidos y poco edificantes, cuya validez no ha sido nunca justificada.

Los tiempos han colocado el proceso histórico del reino de la brujería y la superstición en el pasado: ¡la ciencia no puede considerarse ya perjudicada por las mismas, debido a su obsolescencia, y sí por el contrario puede aprovecharse de ellas, extrayendo de sus entrañas sus principios y bases útiles, sin peligro de contaminación! ¡Simplemente por ridícula, sería una mayor implementación de aquellas!

La evolución sí es un proceso que hizo posible la emergencia desde la nada (si llamamos nada, erróneamente, la pura materia inerte) de la vida, esa "cualidad" tan extraordinaria que poseemos las criaturas de ella adornadas... Y se creó la mente, la sensibilidad, la consciencia, la unicidad de las criaturas (si queremos expresarlo así, su "yo"). Sí, de esa materia inerte procedió todo lo demás...

Aún cuando la experiencia enseña que el defecto en alguna de las características que acompañan al ser vivo, le hacen perder transitoriamente la consciencia, aún cuando la mente no siempre es consciente (inconsciente) y existen períodos parecidos a simple vida latente, hay una cierta ligación que acompaña siempre al ser vivo (campo psíquico). Podría considerarse, desde el punto de vista de la teoría física que esa ligación tiene mucho que ver con las novedosas propiedades cuánticos de entrelazamiento tanto en el espacio como en el tiempo (aún por ver).

Y aquí es el momento oportuno de exponer el "salto" que propongo acerca del tercer apoyo, tercera dimensión precisa para la construcción del edificio completo necesario para explicar la complejidad de ese campo psíquico.

Aunque la mente tiene su base en la materialidad, cuya ausencia es una condición conocida de su desaparición (algo consagrado por le experiencia), ¿no es hora de abordar la posibilidad de su posible "desprendimiento" de la misma, iniciando así el camino de un ascenso hacia un campo indefinido, cual pompas de gas desprendidas de un líquido en ebullición?... Una visión poética de un fenómeno, ¿con posible grado de verosimilitud?

Estamos introduciéndonos, sí, en nuevos terrenos que traspasan lo puramente científico que actualmente reconocemos, pero que aportan un posible tercer apoyo en busca de la esencia de lo mental, y en consecuencia en su posible potenciación exponencial y hacia los desconocido, un mundo ignoto.

En esa dirección romperíamos los lazos que nos unen con lo puramente material, haciendo posible la libre existencia, por sí, de lo mental, conservando un profundo respeto y reconocimiento de aquella parte material que fue su cuerpo (de la criatura viva), pero con una "separación" suficiente y básica de la misma que lo "auparía" a esa nueva condición... Sí, trascendencia, aspiración a tal realización...  Mas, ¿cuál puede ser, entonces, la fuerza capaz de tal proeza?... Escuchando al genio de Schopenhauer, la "Voluntad"... La "Voluntad" inició el glorioso camino de la vida, y podría ser capaz, también, en su evolución, de iniciar la abstractiva senda que conduce a la "iluminación", desprovista ya del enorme peso inercial de la materialidad... ¡Los precedentes son numerosos, aunque en la actualidad muy desvalorizados, y solo considerados en los terrenos de la fe, el pensamiento y la religión... pero quizás sea el único camino que pueda llevarnos al conocimiento completo de la mente y la consciencia!



Un Buda, un Jesús de Nazaret, el mismo profeta Mahoma, ¿no despreciaron el materialismo terrenal que se oponía a la mística de lo inefable donde situaban su nuevo mundo?

Así, en la senda que propongo y con orgullo y agradecimiento, ahora sí podemos despedir a lo externo de nuestra apariencia, como la etapa final de nuestra metamorfosis:

"Goodbye my body".

MATERIA Y CONSCIENCIA

  El universo de Alejandro Álvarez Silva. Parte   I. Observador del "Hecho Consumado" . Parte  II . Idealismo analítico. Parte III...