jueves, 21 de mayo de 2020

Consciencia y vida: ¡un salto al universo!


"La belleza, el mundo son construcciones de nuestro cerebro: ¡Que maravilla anida en nuestro interior!"

"La energía cósmica, entrada en el Hombre, tiende hacia el Pleroma o unión ultraenergética con lo Uno, pero sin posible confusión, puesto que el punto Omega absorbe, sin disminuirlo, lo personal, a través de un movimiento, una energía, de las cosas, el Hombre hacia el Omega, movimiento al que llama "amor". Amor que consiste en un mirar de todos, la Humanidad, en la misma dirección (Punto Omega).

Teilhard nos dice que el Autor de la creación es Dios, por lo que en este sentido, es el Alfa, pero también Dios es la culminación de la Evolución, el Omega. Es, pues, Principio y Fin. Así que, el Mundo es lo que queda encerrado en ese "entreparéntesis" que es Dios.

Con esta visión, el tiempo se nos aparece el nuevo "demiurgo" de un crecimiento permanente, gracias a la integración que de él hacemos. Nosotros mismos lo incorporamos, como duración, en el curso de nuestra vida."

(De "La obra de Teilhard de Chardin" en "Ciencia, Filosofía, Religión. Una visión armónica".)

Hoy, quiero expresar la gran diferencia existente entre el ámbito de "lo personal" y "lo universal", ante lo que se enfrenta la consciencia humana. Y es que diferencio lo que constituye la abigarrada materialidad (en sentido amplio) de una criatura como nosotros, intrínsecamente dotada de vida y "algo más", y otro tipo de dimensión lanzada hacia lo universal, y en la que la obra del aludido filósofo, Teilhard de Chardin,tiene su sentido.

Lo personal, o la individualidad de amplio espectro, para mí comprende también la ideología, las creencias, el sentimiento religioso, etcétera, incardinados en cada persona. Así, para el filósofo Teilhard, imbuido en un cristianismo exultante, éste último formaría parte de su opción personal (su sentimiento-sensibilidad de lo vital)... Por supuesto, de igual forma, las vicisitudes personales de cada hombre, políticas, económicas, sentimentales las enmarco en el ámbito de lo personal.

Pues, aquí me propongo realizar un gran salto, el "salto a lo universal"... Desde la criatura humana viva, cabeza terrena de la consciencia vital en este planeta, al de la "Vida" como entidad superior dominando el Universo.

Las vicisitudes de un planeta cualquiera (en nuestro caso la Tierra) con el peligro no despreciable de la extinción de la vida inteligente en el mismo, no es, a efectos de la Vida, motivo suficiente para que la propia Vida se extinga; no al menos durante la existencia del propio Universo... La Vida es más importante que la propia Tierra, y con ella todo aquello de ámbito menor (sociedades, ideologías, cataclismos)... Y sobre todo la consciencia, como logro superior de la Vida, es lo más maravilloso a lo que ha conseguido llegar la "evolución" de ese Universo (estrellas, galaxias, etcétera)... Esa consciencia, tan nítida en la cosmovisión de Teilhard, es la base del "ámbito de lo universal" al que me referí antes... ¡Yo sí quiero dar ese salto! ¡El salto a lo universal!... Sin darme cuenta, se me quedó pequeño "lo personal"... ¡Soy un espíritu combativo de "lo universal"!

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