jueves, 11 de junio de 2020

La ketamina y sus efectos sobre el cerebro



Investigadores de la Universidad de Cambridge han utilizado electroencefalografía (EEG) para medir los cambios inmediatos en las ondas cerebrales de los animales una vez que se administra ketamina, un medicamento anestésico y analgésico. La actividad de baja frecuencia dominó mientras las ovejas utilizadas en el experimento estaban dormidas. Cuando la droga desapareció y las ovejas recuperaron la conciencia, observaron que la actividad cerebral comenzaba a cambiar entre oscilaciones de alta y baja frecuencia. Las explosiones de diferente frecuencia fueron irregulares al principio, pero se volvieron regulares en pocos minutos.

Según los autores del estudio: "el momento de los patrones inusuales de actividad cerebral de las ovejas correspondió al momento en que los usuarios humanos informan que sienten que su cerebro se ha desconectado del cuerpo"; "es probable que las oscilaciones cerebrales causadas por el medicamento impidan que la información del mundo exterior se procese normalmente".

Estos hallazgos han surgido como parte de un proyecto de investigación más amplio de la enfermedad de Huntington.

Posteriormente, las seis ovejas del experimento recibieron una dosis única más alta de ketamina, 24 mg/kg, y a los dos minutos de administrar el medicamento, la actividad cerebral de cinco de ellas se detuvo por completo, una de ellas durante varios minutos, un fenómeno  que nunca se había visto antes. Minutos más tarde, los cerebros volvían a funcionar normalmente, como si acabaran de apagarse y encenderse.

Para los investigadores, esta pausa en la actividad cerebral puede corresponder a lo que los que abusan de la ketamina describen como el "agujero k", un estado de olvido comparado con una experiencia cercana a la muerte, seguida de un sentimiento de gran serenidad.

Los detalles de la investigación pueden leerse en: MedicalXpress.com.




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