martes, 11 de mayo de 2021

Oscurantismo-magia-religión-ciencia

 Es la secuencia que a mi modo de ver, mejor representa la ampliación de horizontes que se ha ido presentando en la comunidad humana a lo largo del tiempo. Esa ampliación de horizontes significa a la vez creencia y fe. Creencia es la consecuencia de lo que le demuestra al hombre la evidencia de lo cotidiano, y fe es la suposición de su evolución inmediata y futura.

Creencia y fe van bien unidas, y es una corroboración constante en la evolución histórica del psiquismo humano.


Aquel iniciático oscurantismo de los albores de la humanidad, asimilado a las religiones primigenias para algunos, acompañada con signos externos del enterramiento de los muertos, como respeto a lo personal desconocido, se fue acompañando ininterrumpidamente de mágicos ritos que cubrían las lagunas del desconocimiento de lo más esencial para la resolución de los problemas cotidianos que incidían de forma abrumadora y hasta trágica en la vida del humano. ¡La magia era necesaria!... y en cierto modo representaba un progreso, un adelanto sobre el oscuro devenir, inexplicable, que se presentaba asiduamente en las incipientes comunidades humanas.

Magia y religión se entrecruzaron durante muchos siglos, identificadas originalmente y diferenciándose en su evolución hacia una racionalización mayor del fenómeno, tratando de decantar del profundo misterio, lo más racional que iría en el futuro construyendo los pilares de lo que más tarde constituiría la ciencia: ¡los ritos y los subjetivo personal serían lo religioso!

Ahora bien, durante toda la secuencia apuntada, como dije al principio, la evolución en la "ampliación de horizontes", siempre conlleva la "creencia y la fe"... Sí, aún hoy, dentro del paradigma científico que nos define.

Y es que la ciencia, igual que en los tiempos más oscuros, con la magia y después con la religión, también contiene elementos subjetivos que no son al cien por cien, los objetos puros de los que presumimos... Es decir, creemos firmemente en ellos, pero no se nos escapa, que ello supone una fe (casi ciega) en un comportamiento futuro que, a veces, nos sorprende con sus "incumplimientos"... Para muchos son, precisamente, esos incumplimientos o fallas, los que hacen evolucionar la propia ciencia (nuevas hipótesis).

Así que no nos asombremos, la misma ciencia tiene un trasfondo metafórico mágico (la evolución de la fe de siempre) ¡La magia, disfrazada de convicción, sigue entreverándose en nosotros!

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