"Es la imbricación mutua entre un elemento de la primera manifestación (del universo) y un elemento de la segunda manifestación".
"Nuestro yo, si queremos nuestra voluntad, es capaz de inmiscuirse con asiduidad, meterse literalmente en los pensamientos, hasta llegar a una identificación plena con los mismos, y esa identificación supone la aparición de las propias sensaciones acompañadas de los distintos signos identificativos externos, Y precisamente dichos signos son lo único que la ciencia estudia en neurociencia (neurotransmisores, potenciales eléctricos, etcétera).
Mi hipótesis es que la identificación entre los pensamientos y nuestro yo (voluntad, individualidad, etcétera) se refleja o se traduce en los elementos que llamamos sensaciones, algo interno (el sí mismo), y los signos externos, campo de la neurología."
(Tomado del artículo del Blog Foro Esencia, titulado Mecanismo o Metafísica (MoM) de la sensación, correspondiente al 25 de marzo de 2025)
La única salvedad a la que apunto ahora se refiere a señalar que dentro de nuestro yo (algo que no explicité en el citado artículo) la consciencia/conciencia debe de tener un destacado papel.
En la definición de vida, por cierto, expresada en muchos de mis artículos, figuraba la información (ADN) y la sensación, en la forma: agregado información/sensación. La información correspondiente a la parte material del ser vivo (cuerpo), y la sensación, el aspecto cualitativo, perteneciente a ese mundo de cualidades que últimamente definí como la segunda manifestación del universo; el cuerpo pertenecería a la primera. En otras palabras, esa antigua definición concuerda con la que acabo de exponer al principio del artículo.
Mas, esta nueva apariencia claramente permite advertir ciertas implicaciones que desvelaré a continuación.
El apuntado mecanismo (MoM) describe la forma en la que el mundo de la primera manifestación (materia) incide en la creación de nuevos elementos de la segunda (mundo de cualidades). En la primera manifestación se circunscribe lo que llamamos Evolución (biológica, etcétera). La Evolución permite la aparición de nuevas estructuras materiales (cuerpos) que acompañan a las nuevas criaturas vivas... Y gracias a (MoM), la consciencia de dichos seres es capaz de recibir, de percibir nuevas sensaciones que constituyen nuevos elementos de la segunda manifestación... Y todo ello supone la constitución, creación de diferentes elementos de la segunda manifestación del universo, que gracias a su naturaleza (una vez creada) son inmutables, eternos.
Por la Ley de semejanza, hipótesis que formulé en otros de mis escritos, estos nuevos elementos de la segunda manifestación podrán conectarse, incidir y hasta identificarse (por el mecanismo MoM), con otras posibles estructuras materiales (cuerpos), lo que significa la posibilidad de contactos que explicarían fenómenos extraños como mensajes del futuro, telepáticos, o conexiones sentimentales entre gemelos, etcétera.
Aparte de estas implicaciones, otras nos dicen que un ser vivo no necesariamente debe estar constituido por elementos biológicos u orgánicos, sino, además, podría conformarse con otras estructuras materiales compatibles (posibilidad de identificación) con ciertos elementos de la segunda manifestación. O sea, una estructura material concreta puede identificarse con cualquier otro elemento de la segunda manifestación, con lo que sería, entonces, una criatura o ser vivo, junto a tal elemento de la segunda manifestación, con la salvedad de las oportunidades que confiere la citada Ley de semejanza.
Así que, pregunta: ¿Los robots pueden estar vivos, es decir, ser criaturas vivas? Por supuesto, entonces, si entran dentro de las condiciones expuestas, el concepto de ser vivo se ve considerablemente ampliado.

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