miércoles, 5 de febrero de 2020

Esta democracia no me representa...


Parece que las fuerzas calificadas en conjunto como "derecha", no han hecho más que "dormirse en los laureles" los últimos años (y ya son bastantes), ingenuamente, por cierto, creyendo que la Constitución era lo suficientemente fuerte para resistir los embates de la izquierda...

Así, mientras los pertenecientes a esta última utilizaban toda suerte de triquiñuelas para "bordear" la Constitución, para lo cual no tenían inconveniente de saltarse a la torera las leyes que emanan de la misma, esa llamada derecha permanecía en un sopor, que ahora vemos, suicida... Con tan solo intentar paliar los efectos de la crisis económica se sentía satisfecha, abandonando peligrosamente la batalla ideológica y cultural... Y es que la izquierda, en verdad, a lo largo de todos estos años de democracia de la Transición, ha poseído dos potencialidades. Una, los votos, pues siempre había creído que la mayoría de la población tenía en el fondo una cierta tendencia izquierdista (centroizquierda, tal vez)... Y acertó cuando las elecciones le fueron favorables, desde luego en mayor proporción que al bloque de derechas. La otra potencialidad es lo que ellos mismos denominan "la calle", que consiste en la manifestación continua, en la que son verdaderos maestros, así como en la repetición continua de mentiras (fake news), emulando a un famoso dirigente nazi, en su pretensión de (tras tal método) de convertirlas en "verdades" (claro, para los demás, no para ellos)... Así que, ¡si no ganan en las urnas, lo harán en la calle, al no dejar gobernar a los demás!

Se observa, claramente, que el comportamiento del bloque izquierdista en la Transición fue una enorme mentira, pues ¡aceptaron la Constitución porque no tenían más remedio!... La sinceridad, desde luego, nunca ha sido patrimonio de la izquierda: ¡Hoy presenta su verdadero rostro!... Y es que la izquierda española nunca fue socialdemócrata (aunque un dirigente socialista que todos recordamos, retirara el marxismo de los estatutos del partido), como si fue la izquierda de otros países europeos del entorno, pues siempre tuvo muchas raíces anarquistas, y por las circunstancias históricas (perdió la Guerra Civil) es sumamente "vengativa".

Y no me estoy refiriendo al "esperpento" actual, donde las "virtudes" de esa izquierda se ven multiplicadas y potenciadas por el empuje de las enormes tendencias disgregadoras de los partidos nacionalistas-separatistas (en cualquier otro país europeo, estos últimos partidos no hubieran podido participar en el "juego democrático", pues si el fascismo ha sido desterrado de las Instituciones europeas, también lo ha sido el comunismo: ¡Spain is different!)... Nuevas leyes están apareciendo en el país, rechazando toda legalidad procedente o relacionada con el franquismo, ¿y las ilegalidades provenientes del período republicano?

Tristemente, la derecha debe "ponerse las pilas" si aún está a tiempo: ¡necesita de una reacción inmediata para remediar los "desaguisados"!... La democracia, acogida con tanto entusiasmo en esta tierra (me recuerda la misma actitud al advenimiento de la república), está haciendo agua (y las causas han sido objeto de mis artículos en bastantes ocasiones)...

Si un grupo de diputados es capaz de hacer pública y solemnemente la declaración de que "el Rey no nos representa"... con la misma solemnidad afirmo: ¡"Vuestra" democracia tampoco a mí me representa!

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