martes, 2 de diciembre de 2025

Los "trascendentales"misterios: El sentido de nuestras vidas y del propio universo

 Precursores: A mi entender, en cuanto al tema que nos ocupa, considero de especial relevancia los siguientes hitos y figuras de la élite cultural mundial: el "Elogio de la locura" de Erasmo de Rotterdam; el creador del Psicoanálisis, Sigmund Freud, y su discípulo Carl Gustav Jung; el filósofo anticipador del Superhombre, Friedrich Nietzsche; el redefinidor del tiempo Henri Bergson; el filósofo del neocristianismo Theilhard de Chardin; y toda la filosofía que subyace en la rama cuántica de la Física.

La potente y contemporánea filosofía de la angustia (existencialismo) debe de ser superada, no solo por los sucesivos "ismos" que la sucedieron en la filosofía sino por la actual búsqueda de la "trascendencia" que ansiosamente busca el hombre en nuestros días. La necesaria trascendencia en la que el ser humano necesita instalarse para cercenar esa angustia que le cercaba, es un fin en sí mismo. Llega la hora de ir a su encuentro, descubrirla entre los cimientos que alguna vez quedaron desperdigados, tal vez desechados en cierto momento, entre la multitud de hechos culturales sucesivos y tozudos que llegan a desviarnos de nuestros valores de antaño que eran sustanciales en nuestra naturaleza. Desde un punto de vista más positivo, tales "enfermedades" han tenido, por el contrario, el efecto de fortalecernos en el entendimiento de lo que era más precioso, más fundamental de nuestra propia naturaleza.

¿Una vuelta atrás?... No necesariamente; todo lo opuesto, un fortalecimiento de nuestras convicciones más profundas. En particular, yendo ya al caso de la filosofía que vengo pregonando desde hace algún tiempo, una vuelta más de tuerca me lleva a establecer una "básica triada", y una nueva ontología con capacidad para redefinir el papel que representa nuestra vida en el universo, lo que le da su sentido y el del propio universo, y conlleva, desde luego, una moralidad ya no relativa como apuntaba Nietzsche, sino tan absoluta como el punto Omega de la creación.



No es cuestión de repetir todos los razonamientos acerca de la primera y segunda manifestación del universo, suficientemente descritos en artículos de la Web de este grupo, "Conciencia Universal Majadahonda", pero sí recordarlos y aplicarlos en el presente artículo.

Resumiendo y en síntesis anuncio: Una básica triada: Consciencia, Voluntad y la luz del Faro del Omega; un sustrato: Materia y Evolución; y una nueva ontología en la construcción de la esencia humana: Sensación, Consciencia, Voluntad y la fuerza de atracción del Faro del mundo, el Faro del Omega.

Así y consecuentemente, se erige una nueva moralidad, tras el mantenimiento relativo de la dicotomía, bien y mal. El bien transcurre en paralelo a la direccionalidad marcada por la luz del faro del mundo, El Omega. El mal crece en el sentido del alejamiento de tal camino.

No estarían completas estas ideas sin apuntar el decaimiento de otro mito contemporáneo acerca de la trascendencia del elemento tiempo en toda la filosofía de la ciencia, el paradigma del tiempo físico tan sólidamente establecido por el propio Einstein en su teoría relativista, y en toda la Física hasta hora conocida.

Un nuevo paradigma al respecto quiero establecer: "Ese tiempo de la Física no es más que una idealización  de la sucesión cuántica del movimiento. Lo cierto sería la visión cuántica del mismo como jalones, hitos o acontecimientos puntuales definidos en la realidad."

La revalorización de la Física Cuántica en nuestros días tiene que ver con su intromisión reciente en el fenómeno vital, siendo un planteamiento clave en el desarrollo y expansión del pensamiento humano más inmediato.

Todo esto avala aún más la idea de co-creación originada por la Conciencia Universal, compuesta tanto por la de la Criatura Suprema (Dios creador) como las del conjunto de las consciencias pertenecientes a la multitud de seres vivos aparecidos a lo largo de toda la histórica secuencia vital.

En particular, el sentido de nuestra vida adquiere la trascendencia añorada, pues su consciencia y su voluntad, alumbradas por la direccionalidad del Faro del Omega, hacen crecer los elementos de la segunda manifestación del universo, precisos para la "milagrosa" aparición del Ser Supremo, que al instante iluminó toda la Creación; la propiedad de la retroacción del tiempo prevista en el seno de la Cuántica tiene mucho que ver, además de la insustancialidad del propio tiempo que acabo de señalar.

¡El sentido de la vida y del mismo universo aparecen, entonces, nítidamente ante nuestros ojos!

Los "trascendentales"misterios: El sentido de nuestras vidas y del propio universo

  Precursores: A mi entender, en cuanto al tema que nos ocupa, considero de especial relevancia los siguientes hitos y figuras de la élite c...